En la tarde del 15 de mayo, un grupo numeroso de religiosas y religiosos presentes en las parroquias y los colegios del  arciprestazgo se reunieron en el Colegio "Madre Asunción" para compartir un tiempo de oración y convivencia con el Sr. Obispo.

En la tarde del domingo 18 de mayo, D. Jesús Catalá visitó de nuevo la parroquia de San Pedro, pues ya el 10 de abril había comenzado dicha visita. El párroco, Alfonso Crespo, explica que en realidad, «esta Visita comenzó cuando D. Jesús anunció, al inicio de curso, su proyecto de visitar las parroquias de nuestro arciprestazgo Virgen del Mar. Tanto los sacerdotes como los consejos pastorales comenzamos a preparar la misma. Y todas las comunidades parroquiales se incorporaron a esta preparación con el apoyo de la oración».

No se trata de una visita más, sino que «la Visita Pastoral acerca a cada comunidad la presencia física del obispo, que hace presente su solicitud de pastor por cada parroquia y por la Iglesia Particular a él confiada. La figura del obispo, como sucesor de los apóstoles, también hace presente en cada comunidad a la Iglesia universal, que "camina entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios". La Visita Pastoral es un ejercicio de comunión eclesial. Las tareas que promueve la Visita son varias: la revisión de los libros sacramentales y el inventario parroquial; la exposición del desarrollo de la pastoral diocesana en la realidad de cada parroquia y la constatación de la vida real de la misma; el diálogo cercano del pastor con todas las realidades y personas que componemos una comunidad parroquial: sacerdotes y fieles», explica Alfonso. «El Sr. Obispo, en nuestra parroquia ha ejercido de pastor: ha visita a los enfermos; ha celebrado el sacramento de la Reconciliación; se ha reunido con los diversos grupos parroquiales; ha realizado una sesión de trabajo con el Consejo Pastoral Parroquial y el Consejo de Economía, recibiendo sus indicaciones y aportando sus sugerencias y correcciones. Ha tenido un largo encuentro de oración y diálogo con los jóvenes. Y todo ha culminado en la celebración de la Eucaristía, el pasado día 18, fuente de la comunión y fuerza para la misión de anunciar la alegría del Evangelio más allá de los muros del templo. Todo realizado en un ambiente de alegría pascual. La comunidad parroquial de San Pedro agrade la visita y reza por su obispo», concluye Alfonso.

El jueves 22 de mayo, decenas de feligreses de todo el arciprestazgo peregrinaron hasta el Santuario de la Patrona de la Diócesis y la Ciudad, Santa María de la Victoria, para compartir un tiempo de oración y celebrar la Eucaristía, que estuvo concelebrada por varios sacerdotes del arciprestazgo.

El fin de semana del 24 y 25 de mayo, las parroquias Corpus Christi, en Pedregalejo, y Nuestra Señora de Gracia, en Cerrado de Calderón, fueron las que recibieron a D. Jesús Catalá. Según nos cuenta el diácono permanente Rafael Carmona, "en la parroquia Corpus Christi el Sr. Obispo fue recibido por el párroco y arcipreste, José Antonio Sánchez Herrera. Tras realizar una visita al Santísimo, rezamos la hora intermedia, que estuvo solemnizada por los 'pueris del Corpus'. Durante la mañana del sábado se celebró el Consejo Pastoral y D. Jesús visitó a varios enfermos de la feligresía. Y por la tarde se realizó una asamblea general para todos los feligreses, se celebró el sacramento del perdón y la Eucaristía".

La mañana del domingo estuvo dedicada a la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, concluyendo con un encuentro con los niños y las familias en la parroquia del Corpus. La visita de ese fin de semana concluyó con un almuerzo fraterno para los dos consejos parroquiales, en el cual se hicieron presentes el cardenal D. Fernando Sebastián y el obispo emérito D. Antonio Dorado.

Para las parroquias del Corpus Christi y Nuestra Señora de Gracia, la visita pastoral ha sido un "auténtico tiempo de gracia y momento especial, más aún, único, para el encuentro y diálogo del obispo con los fieles, un verdadero paso del Señor junto a cada comunidad parroquial. La visita ha servido para la revitalización de las comunidades cristianas, el impulso a la pastoral de la santidad, el incremento de la comunión eclesial y la reanimación  de las energías de los agentes de la pastoral parroquial", concluye Rafael Carmona.