La parroquia de Stella Maris, en Málaga, acogió al Sr. Obispo el día 27 de febrero. Fue la primera de las parroquias de esta Visita Pastoral por el arciprestazgo Virgen del Mar. Comenzó a las 10.30 horas, con la recepción del Obispo y la oración inicial. Durante la mañana, D. Jesús Catalá visitó las ins- talaciones del templo parroquial y a los enfermos de la parroquia. Por la tarde tuvo un encuentro con los miembros de Orden Seglar de los Carmelitas Descalzos (OCDS) y participó en la asamblea parroquial. Administró el sacramento de la confesión, presidió la Eucaristía y participó en la Vigilia de Oración con motivo del Jueves Eucarístico.

En palabras del párroco, José Manuel, o.c.d., el objetivo de la Visita es siempre «encontrarse con los fieles. El obispo, además de las celebraciones y momentos de oración, ha tenido encuentros con toda la comunidad de los fieles, y en particular, con los diversos grupos que trabajan en la pastoral parroquial: catequistas, equipos de Cáritas y de liturgia, Consejos Parroquiales,... así como con los religiosos y colaboradores más cercanos. Dedicó también una parte del tiempo a la visita de algunos enfermos y personas impedidas, en sus casas».

Desde la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, en el barrio de El Perchel, Emilio de la Peña explica cómo ha sido la visita del Sr. Obispo el 1 de marzo. «A media mañana una nutrida representación lo recibió a la puerta del templo con el entusiasmo propia de quien espera una visita anunciada. Con ellos compartió la alegría del encuentro y la oración de la hora intermedia. Después visitó el entorno parroquial de extremo a extremo llevando la comunión a algunos de los enfermos, interesándose por su situación personal animándoles e imponiéndole las manos. Los momentos más intensos fueron por la tarde con la Asamblea parroquial donde se presentaron los distintos grupos parroquiales y los responsables de las distintas pastorales; el Sr. Obispo pulsó la vida y dinamismo de la parroquia, contestó a cada uno de ellos dándoles sus recomendaciones y les animó a seguir creciendo como comunidad y parroquia y a dar testimonio en el mundo y en la sociedad de hoy sin perder su identidad cristiana. Tras administrar el Sacramento de la reconciliación, la Misa Estacional puso el broche de oro a un gran día, donde todos recordamos que el Obispo es el padre y amigo cercano que hace visible la universalidad de la Iglesia y que se hace presente y vive su fe en esta pequeña porción de iglesia que es nuestra diócesis de Málaga».