NoticiaSemana Santa Rey de paz, no de guerra Nuestro Padre Jesús de la Misericordia a su Entrada en Jerusalén (Marbella) ANTONIO SÁNCHEZ URDIALES Publicado: 25/03/2024: 10206 Entrada a Jerusalén Mª Ángeles Cabrera, profesora de Periodismo de la UMA, es una gran conocedora de Jerusalén, gracias a sus distintas estancias de investigación en la Universidad Hebrea de la capital israelí. En este artículo reflexiona sobre el episodio evangélico de la entrada de Jesús en la ciudad. ¡Te rogamos que nos salves!, ¡por favor, libéranos! Así se traduce el Hosanna hebreo con el que Jesús fue aclamado cuando entraba en Jerusalén antes de su Pasión. Esos cánticos y vítores de júbilo que daban la bienvenida a Jesús contrastan con el pesar y el dolor que hoy siente al ver a su pueblo dividido y enfrentado en una sangrienta guerra, donde más de 30.000 personas han perdido la vida. En medio de la guerra Mientras bajaba por el monte aquel día, se podía contemplar una hermosa vista de la ciudad y el templo de Jerusalén. Es en ese mismo lugar donde Jesús lloró entonces, como lloraría ahora, tratando de comprender por qué aquellos que lo siguen atraídos por sus milagros, viven todavía hoy oprimidos por la sinrazón de unos y la indiferencia de otros. Su llegada en un burro simboliza que entra en Jerusalén como rey de paz y no de guerra. Si fuera para la guerra, habría entrado montado a caballo. Pero Jesús no desea la guerra para su pueblo. Su reinado nos trae la anhelada felicidad y una paz interior que nadie nos puede arrebatar. Aún en medio de la guerra, los cristianos tenemos la misión de ser testigos de la auténtica paz, del perdón y la alegría que da seguir a Jesús. Así viven los cristianos de Jerusalén con los que he tenido la oportunidad de recorrer, otros años, el camino que va desde Betfagé a la Ciudad Santa el Domingo de Ramos. Este año, volverán a dar testimonio de paz y esperanza ante sus vecinos judíos y musulmanes de Tierra Santa, aunque sea acompañados de menos peregrinos. No puedo dejar de pensar en cada uno de ellos y en sus familias empobrecidas por la situación. Ojalá sientan el apoyo y acompañamiento de nuestra oración y limosna durante estos días.