En el Congo, concretamente en Boma, la comunidad parroquial de Arriate sostiene un proyecto sanitario y educativo que vienen desarrollándose desde 2018 bajo el nombre de “Contagia Solidaridad”. Nacido de una experiencia misionera y en colaboración con un grupo de la diócesis de Almería, formado mayoritariamente por sanitarios, con Cáritas parroquial de Arriate y de Boma.  El riesgo de muerte en el parto de las mujeres en esa zona de África es muy elevado, por lo que el compromiso de la comunidad de Arriate es el de colaborar económicamente para hacer posible una sala de maternidad, que se encuentra actualmente en construcción. 

Allí se encuentra Mª Dolores, almeriense, misionera seglar y que lleva en Congo desde 1993, antes de la gran guerra. Se encargó enseguida, por su formación sanitaria, de los enfermos de lepra, tuberculosis y sida en el ecuador del país. Ahora mismo trabaja directamente con el Obispo de Boma, al servicio de la Iglesia local. «Al llegar me dediqué a atender a los hospitales y centros de salud para suministrar las medicinas que nos iban llegando». En la actualidad atiende dos cárceles, una en Boma y otra en la selva, además de llevar dos librerías diocesanas y todo aquello que le puedan solicitar. Ella cuenta cómo «el pueblo congolés, católicos y no católicos, se quedaron tristes el año pasado cuando el viaje tuvo que posponerse. Esto ha sido una gran alegría para ellos. Que el Papa haya podido venir supone una esperanza. No va a cambiar nada en sus vidas, la pobreza va a continuar, su lucha diaria... pero Francisco está haciendo, en sus discursos, mucho hincapié (y no sé si llegará a los grandes dirigentes del mundo) sobre la cuestión de las riquezas del Congo. En sus discursos he visto mucha claridad pidiendo que África no sufra el colonialismo, que antes era político y ahora es económico. Ha dicho que hay que dejar a África aprovechar sus propias riquezas, porque el pueblo no disfruta de nada de lo que esta tierra posee». Al este del país, donde más se acumulan esas riquezas, es donde más conflictos hay, al límite con Ruanda. Como explica Dolores, «es donde se centran ahora las mayores tensiones, por querer apropiarse de aquellos territorios. El Papa está alentando al pueblo a que defienda su patria, un país hermoso, afirmando que no tienen por qué quitárselo. Que Francisco diga esto delante de todos los representantes, de obispos de Ruanda, Burundi y de todas las delegaciones presentes, es muy importante. También ha invitado a los líderes a ser como los diamantes que abundan aquí: que transformen ese diamante en bruto que es cada persona para ser luz para su pueblo».

La maternidad que la comunidad católica de Arriate está contribuyendo a poner en marcha supone una buena noticia para esta misionera. «Va a conseguir atender mejor a los niños y a las madres. Ya hay un médico pediatra y un equipo de enfermeros y enfermeras que los están atendiendo y se podrá mejorar su trabajo», cuenta Mª Dolores.