La fiesta de la Virgen del Pilar, explica el párroco in solidum Manuel Márquez Córdoba, «contó con mayor afluencia de fieles que otros años, viéndose entre ellos algunos que, viviendo en otros lugares, volvieron al Pilar junto al que fueron bautizados o casados».

Durante la Eucaristía, presidida por Manuel Márquez, párroco in solidum con José Planas, que concelebró, realizaron, en nombre del Obispo, el “envío” de todos aquellos presentes en la asamblea que desempeñan alguna labor catequética o participan de forma activa en los grupos de la parroquia: mayores, Adoración Nocturna, liturgia, visitas a enfermos o impedidos, Cáritas, economía, etc. Los sacerdotes invitaron a todos los presentes a «perseverar en el trabajo cotidiano de prosperar en la fe y propagar el Evangelio, en este nuevo curso».

Los cantos estuvieron a cargo de los grupos de jóvenes. Concluida la celebración, los participantes se reunieron en los salones parroquiales, para compartir los alimentos que cada uno aportó y 3 paellas que aportó la parroquia.

«Fue una jornada de exultante alegría participada por jóvenes y mayores, reunidos en verdadera familia, que no en vano ha sido presentada como segunda prioridad diocesana para este curso que comienza», concluye el sacerdote Manuel Márquez.