NoticiaJornada Mundial de Juventud Del vertedero de Asunción a Madrid Publicado: 28/07/2011: 509 • «Los sonidos de la tierra», un proyecto de integración social Bajo el lema «el joven que durante el día interpreta a Mozart por la noche no romperá vidrieras» se creó el proyecto que busca combatir a través de la música la violencia juvenil. Emulando a la música de las reducciones jesuíticas, la música ha servido para rescatar de la pobreza a muchos jóvenes. Es lo que se podrá comprobar en Madrid, entre otras cosas, en la muestra ‘Las Reducciones Jesuitas del Paraguay, una aventura fascinante que perdura en el tiempo’. Para hacerse una idea más precisa de lo que se encontrará, el visitante podrá ver con todo detalle tres maquetas de cómo eran las reducciones: una grande que reproduce la reducción de San Ignacio Miní, a lo largo de 30 m2 de superficie, y dos más pequeñas (Santos Mártires, 15 m2 y la Iglesia y Colegio de Jesús, 5m2). Observando estas maquetas y todo el material audiovisual y gráfico, uno puede imaginar cómo era el modus vivendi y operandi de estas misiones, verdaderos pueblos civilizados que tenían organizados su subsistencia (agricultura, ganadería, confección de vestidos), su organización social (cabildo, corregidor, alcaldes, jueces….) y cultural (educación, arquitectura, escultura, música, y hasta la ciencia…), así como su espiritualidad (estos pueblos considerados por los conquistadores como salvajes recibieron la fe a través de los misioneros). LA MÚSICA Cada Reducción tuvo su coro y sus maestros de música que tocaban varios instrumentos como el arpa, el violín, el órgano, las trompas, las trompetas, los fagots y las maracas. La música y el canto acompañaba cada momento del día: la misa, el catecismo, el trabajo en los campos, la vida en los hogares y la oración. El jesuita Antonio Sepp, en una de sus cartas, dice de los indios: "Son músicos por naturaleza, como si hubieran sido creados para la música: aprenden a tocar con sorprendente facilidad cualquier tipo de instrumento, y siempre en poquísimo tiempo…”. La fama de las partituras y de los músicos guaraníes fue conocida, no sólo en las principales ciudades de América del Sur, sino también en Europa, llegando a los oídos del Papa Benedicto XIV. En 1767 cuando se expulsó a los jesuitas de la zona existía una impresionante colección de manuscritos musicales producidos por los compositores y copistas de las antiguas reducciones jesuíticas, música de carácter sacro en su mayor parte. SONIDOS DE LA TIERRA Tres siglos después, y emulando a las reducciones jesuíticas, la música ha servido para rescatar de la pobreza a muchos jóvenes. Bajo el lema “el joven que durante el día interpreta a Mozart por la noche no romperá vidrieras” Luis Szarán, creó en 2002, con el apoyo de la Fundación AVINA, Sonidos de la Tierra, un programa de integración social a través de la música que busca combatir la violencia juvenil, potenciar su autoestima, incentivar su creatividad, el espíritu emprendedor y el trabajo en equipo. A través de la formación de escuelas de música, orquestas, coros y asociaciones culturales, posibilita el acceso directo a la educación musical a más de 10.000 participantes de escasos recursos, en comunidades del Paraguay y de forma directa e indirecta en otros países. Uno de los proyectos de mayor éxito de Sonidos de la Tierra es el que se localiza en el vertedero de basura de Asunción, conocido como Cateura, donde los hijos de los gancheros, que son los recicladores de basura, tienen la posibilidad de aprender música pero también ellos mismos construyen sus propios instrumentos a partir de materiales encontrados en la basura. "Yo vine aquí una vez y vi a una mujer cargando a un bebé recién nacido con una mano y con la otra seleccionando los desperdicios, y me dije que esto no podía continuar de esta manera, y así fue como todo comenzó", recuerda Szaran, quien es húngaro, aunque de origen polaco. Empezó en el año 2006 utilizando las maderas de pino de distintos embalajes para fabricar guitarras. Posteriormente, también se dedicó a hacer instrumentos con latas. Cualquier objeto le servía para ser partes de violines, cellos, guitarras e instrumentos de vientos. VISITAS • ¿Dónde?: Residencia Sagrado Corazón (PP. Jesuitas. C/Maldonado, 1-A, Madrid). • ¿Cuándo?: Del 28 de julio al 9 de septiembre de 2011. • Horarios: Del 28 de julio al 9 de septiembre. De 10 a 13 h y de 18 a 21 h. (Domingos y festivos cerrados) Excepto la semana de la JMJ (Del 16 al 21 de agosto) que la exposición estará abierta de 10 a 21 horas ininterrumpidamente (cerrada el sábado 20 desde las 14 horas y la mañana del domingo 21 de agosto, por actos centrales de la JMJ en Cuatro Vientos). • Entrada: gratuita Autor: diocesismalaga.es