NoticiaStma. Virgen Mons. Catalá: «Santa María es reina en el servicio a Dios y a la humanidad» Santa María Reina de los Cielos, en el altar de la iglesia de San Julián, por el XXV aniversario de su bendición Publicado: 22/08/2023: 6597 Fiesta mariana En la octava de la fiesta de la Asunción de María, la Iglesia celebra a Santa María como Reina del cielo y Madre de misericordia. En una homilía dedicada a esta advocación mariana, el Sr. Obispo de Málaga afirmaba que «Santa María es reina en el servicio a Dios y a la humanidad; es reina de amor, que se entrega totalmente a Dios; es la esclava del Señor, tal como le responde al ángel Gabriel en la Anunciación. María es reina amándonos, ayudándonos en nuestras necesidades, cuidando de nosotros como hijos adoptivos y compadeciéndose de nuestras miserias» El texto firmado por Mons. Catalá fue pronunciado el año 2018 con motivo del XXV aniversario de la bendición de la imagen de María Santísima Reina de los Cielos, titular de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga y recordaba que «la devoción a la Santísima Virgen con el título de “Reina” es muy antigua en su origen, pero más reciente como fiesta litúrgica. Fue establecida por el papa Pío XII en 1954, al final del Año Mariano, fijando la fecha en el 31 de mayo (cf. Carta encíclica Ad caeli Reginam, 11.10.1954). En esa ocasión el papa dijo que María es Reina más que cualquier otra criatura por la elevación de su alma y por la excelencia de los dones recibidos. Ella nunca deja de otorgar todos los tesoros de su amor y su preocupación por la humanidad (cf. Discurso en honor a María Reina, 01.11.1954)». La reforma postconciliar del calendario litúrgico –continúa la predicación– «colocó cerca de la solemnidad de la Asunción de María al cielo para remarcar la estrecha relación entre la realeza de María y su glorificación en cuerpo y alma junto a su Hijo; así lo confirma el Concilio Vaticano II: “María fue asunta a la gloria celestial y fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo”» El obispo de Málaga invitaba a los presentes a preguntarse «qué significa esta advocación de María Reina de los cielos. No se trata de un título más, ni su corona de reina es un ornamento como otros. La realeza de la Virgen María es una consecuencia de su unión con el Señor; es una consecuencia de su maternidad. La unión entre Madre e Hijo, iniciada en la Encarnación de Jesucristo, ya no puede separarse. La comunión entre ellos se mantiene hasta la eternidad, sin que haya un tiempo de separación. La Virgen María no podía quedarse en la podredumbre del sepulcro; Ella tenía que gozar de la gloria del Señor. El tipo de la realeza de Jesús y de María no es al modo humano con poder y fuerza. El reino de Jesús no tiene nada que ver con los reinos de los poderosos de este mundo». La realeza de Cristo –continúa la homilía– «está en su humildad, servicio, amor, entrega hasta la muerte. Jesús fue proclamado rey en la cruz, como indica la inscripción de Pilato: “Rey de los Judíos” (cf. Mc. 15,26); éste fue el motivo de su condena. Cristo fue glorificado en el trono de la cruz; y su Madre participaba en la pasión de su Hijo y compadecía con Él junto a la cruz, sufriendo con Él por nosotros. El reino que nace de ese amor es un reino de justicia salvadora, de verdad y de amor; es un reino de servicio». Lea aquí la homilía íntegra