NoticiaPatrona de la diócesis La Victoria, en un altar lleno de significado Publicado: 07/09/2022: 9637 Para su fiesta, la patrona de Málaga ha contado con un altar de culto lleno de detalles que puede disfrutar todo aquel que participe en la novena o que acuda a rezar ante su imagen estos días en el templo mayor malagueño. La Hermandad de Santa María de la Victoria se encarga, desde 1875, de organizar los cultos en honor a la patrona de Málaga, entre los que la novena en la Catedral ocupa un lugar destacado. En el altar mayor del templo, se alza estos días la imagen de la Virgen María, Santa María de la Victoria, centro de todo el conjunto, pero son muchos los elementos que la acompañan y que merecen ser descubiertos por los devotos. TEMPLETE La imagen se encuentra cobijada en un templete de madera tallada y dorada, obra del escultor José Navas Parejo y datado en los años cuarenta del siglo XX y restaurado en el año 2021. De base caudrada, dispuesto a partir de cuatro imperiales con hojas de acanto, palmas y grandes volutas rematadas. La peana está ornamentada con detalles vegetales y florales y remata la composición una corona. El altar de cultos está completado, desde los sesenta del siglo pasado con un dosel y bambalinas bordados en el taller de las Madres Filipenses de San Carlos de Málaga, según diseño de Casielles. FLORES En estos últimos días de la novena se puede admirar el exorno floral, compuesto principalmente por nardos, cuya flor esta muy asociada a Santa María de la Victoria, pues es tradicional su uso en las esquinas del trono procesional. Otra flor que podemos contemplar son las calas, pero en este caso de cera rizada. La cala es la flor que se utilizó en los cultos con motivo de la coronación canónica en febrero de 1943, y por ello la Hermandad ha querido hacer un guiño a tal acontecimiento. CANDELERÍA En esa misma época se acomete la candelería, obra de Seco Velasco, compuesta por 50 candeleros sufragados por devotos cuyos nombres figuran grabados para el recuerdo. BANCO DE ALTAR En el año 2019 se pone en marcha en el seno de la Hermandad, dirigido por el bordador Sebastián Marchante, un taller de bordado que inicia su andadura acometiendo piezas para renovar el banco del altar de cultos por la técnica de repostería, cuya ejecución se ha culminado en este 2022 y cuyo diseño, renacentista, está inspirado en un terno del patrimonio de la Catedral de Málaga, y acorde al dibujo del dosel y bambalinas. Este taller, en el que participa casi una decena de hermanas de la cofradía, ha acometido otras piezas como la restauración de uno de los estandartes (placa de plata) y la renovación con bordado en oro del otro (aparición de la Virgen de la Victoria a San Francisco) que precisamente fue bendecido estos días por el Obispo. En él aparecen símbolos como la Y y la F (iniciales de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, de cuyas manos entró la imagen en la ciudad) y cartelas inspiradas en las advocaciones marianas presentes en las letanías del Rosario. Esas mismas cartelas con las letanías se repiten en los laterales, cuyo estreno ha sido este mismo año, ejecutadas por el taller de Orfebrería Montenegro (Fuengirola-Málaga). Los angelitos que se pueden ver en las esquinas del banco del altar son de orfebrería, y forman parte del trono procesional. ESTRUCTURA El total del conjunto tiene un fondo de 1,88 m, una anchura de 5,90 m, y una altura máxima de 8.32 metros (más que un edificio de dos plantas). La gran estructura que soporta el altar, de hierro, con fijaciones de tornillería, ha sido ejecutada por los Servicios Operativos del Ayuntamiento de Málaga. MEDIALUNA Tal como recoge la tradición iconográfica, la Virgen es representada con la luna bajo sus pies. La imagen de la Patrona incluye también en su representación para los cultos en la Catedral una medialuna. El diseño es obra del catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Dr. Juan Antonio Sánchez López, siguiendo las líneas de las Coronas de la Virgen y el Niño Jesús ejecutadas y diseñadas para la Coronación Canónica de 1943, por el taller del P. Félix Granda, con la supervisión y asesoramiento de D. Juan Temboury. Fue ejecutada por el taller de Orfebrería Montenegro.