Tras la acogida del pastor de la diócesis por el Consejo Parroquial, D. Jesús visitó varios enfermos de la parroquia y se dispuso para administrar el sacramento de la reconciliación a los feligreses que lo desearan. Después celebraron la asamblea parroquial, en la que «nos invitó, entre otras cosas, a no calmar la sed de felicidad en cualquier charco embarrado después de la lluvia, sino a saciarnos de la fuente viva, que es Jesucristo. Y también hizo referencia a nuestra nuestra Hermandad de Nueva Esperanza, a la que deseó que sea un torrente de vida en el barrio y en toda la ciudad», destaca Antonio Verdugo, secretario de la unidad pastoral Santa Ana San Joaquín y San Francisco Javier.

El párroco, Manuel Ángel Santiago, afirma que «ha sido una experiencia de gracia y de vida, de invitación a renovar nuestras estructuras para servir con más fuerza y llenos del Espíritu Santo; a seguir trabajando por el reino de los cielos en el lugar donde Dios nos llama hoy a hacerlo: en medio de nuestra gente, de nuestras plazas, de nuestros niños, de nuestros jóvenes, de nuestros adultos… de aquellos vecinos, conocidos, familiares y los que aún no conocen a Jesús». 

«Desde el Evangelio se nos invita a hacerlo vida», añade el párroco, y «así lo ha destacado nuestro Obispo Don Jesús, invitándonos a beber de la fuente de la vida que es Jesucristo, el Señor, y hoy, a través de su Evangelio, a amar con toda nuestra fuerza, con toda nuestra mente, con todo nuestro ser, al Señor, a través de nuestros hermanos que están cerca o lejos de nosotros, pero nunca lejos de la misericordia del Señor».

«Le damos gracias al Señor por esta Visita pastoral de Don Jesús, pastor de la diócesis de Málaga», concluye Manuel Ángel.