NoticiaSocial En el Día de la Erradicación de la Pobreza Publicado: 17/10/2016: 13222 Se celebró el lunes 17 de octubre, el Día internacional para la Erradicación de la Pobreza. En su carta encíclica Laudato si’, el papa Francisco afirma que, «para los países pobres, las prioridades deben ser la eliminación de la pobreza extrema y promover el desarrollo social de la población». Cáritas trabaja contra la pobreza en sus múltiples formas, en todo el mundo, facilitando ayuda material y espiritual, así como abogando por cambiar los sistemas injustos que mantienen a las personas en situación de pobreza. Lo cierto es que, en un mundo caracterizado por un nivel sin precedentes de desarrollo económico, medios tecnológicos y recursos financieros es un ultraje moral que millones de personas estén viviendo en la pobreza extrema. La erradicación de la pobreza extrema no sólo es un deber moral, sino también una obligación legal. De hecho, la misericordia no puede ser considerada un enfoque débil respecto a los derechos. Ambos están relacionados: los derechos sin el amor serían algo árido, porque no contribuirían a la construcción de la humanidad, en todas sus dimensiones. El amor sin la justicia significaría, sin lugar a dudas, gran generosidad, pero eso no sería suficiente para llegar a la transformación. Precisamente por eso, el papa Francisco afirmó que el futuro exige una rehabilitación de la política, una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más «la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza. Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: este es el camino a seguir». El Papa afirmó que, quien desempeña un papel de guía debe tener objetivos muy concretos y buscar los medios específicos para alcanzarlos, aunque advirtió que se corre el peligro de la desilusión, la amargura, la indiferencia, cuando las expectativas no se cumplen. En este sentido, el Papa se refirió a la responsabilidad solidaria para construir el futuro y dijo que hay que formar nuevas generaciones que sean capaces en la economía y en la política y firmes en los valores éticos. Todo un reto teniendo en cuenta que llorar por la miseria de los demás no significa solo compartir sus sufrimientos, sino también y sobre todo, tomar conciencia de que nuestras propias acciones es una de las causas de la injusticia y la desigualdad. Puedes escuchar este "Palabras para la vida" aquí