Noticia Orar Publicado: 17/06/2015: 11760 Micro-relato del sacerdote diocesano Lorenzo Orellana. Orar es cambiar, es pasar desde nuestro yo a la profundidad que todo lo sostiene. Orar es espabilar el oído para que resuene en nosotros la sinfonía del cielo, de la tierra y de los abismos. Orar es ver y escuchar, hasta que nos dejemos impregnar de Dios. Orar es recorrer las moradas del corazón para percibir la hondura de cuanto nos rodea. Orar es contemplar el milagro: el Espíritu de Dios habita en nosotros. La oración y la acción se atraen y complementan: una y otra llevan a la donación. Cuanto más plena es la oración, más plena es la unión con el Dios que nos atrae y con los demás. Orar es sumergirse con sosiego en la vida, en las palabras, acciones, sufrimientos y muerte de Jesús, sólo así conocemos cómo se cumplen las promesas y el amor de Dios.