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Lectio Divina Domingo V de Pascua

· Autor: Pachi
Publicado: 30/04/2015: 9903

Antonio Collado, Vicario de la Promoción de la Fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, ayuda a rezar la Lectio Divina con el evangelio de este domingo.

Lectura (Lectio)
Con la alegoría de la vid la comunidad de Juan expresó la relación cercana y personal que debe establecerse entre Jesús Resucitado y el auténtico discípulo. Avivo mi deseo de encontrarme con el Señor en este pasaje del evangelio.

Meditación (Meditatio)
La imagen del buen pastor, entrañable y bucólica, el pasaje de este domingo y del siguiente forman parte del llamado “discurso de despedida” del evangelio según San Juan (Jn 13-17). En realidad se trata de dos discursos y una larga oración que Jesús pronuncia durante la última cena. Es como su testamento espiritual. Son un resumen de sus enseñanzas y ofrecen orientaciones a sus seguidores para que sepan cómo conducirse cuando falte el Maestro. La imagen de la vid ya había sido utilizada por los profetas para referirse al pueblo de Israel. Yahvé cuida con amor de su viña, pero Israel, que debía dar frutos de fidelidad a la alianza, no responde adecuadamente (Is 5,1-7). En este contexto Jesús se presenta como la vid “verdadera”, aquel en quien Dios restablece la alianza. Observo las expresiones que más se repiten: “permanecer” y “dar fruto”, ambas están relacionadas. Permanecer en Jesús, vivir de su palabra, de su savia vital, es la única manera de dar fruto, de glorificar al Padre. Sólo arraigados en una comunión que se cultiva desde dentro podrá el discípulo llevar a cabo el proyecto de amor de Dios sobre el mundo. Y en esto consiste la glorificación del Padre. Me fijo cómo en el pasaje se va pasando continuamente de la realidad física (vid-sarmientos) a otra realidad evocada (Jesús-discípulos). Con la ausencia física de Jesús después de la Pascua, la comunidad de Juan corre el peligro de desintegrarse, de ceder a presiones que lo amenazan, tanto por parte del judaísmo fariseo como por parte de falsas doctrinas que se alimentaban en el interior de la comunidad. Por ello el autor del evangelio subraya la importancia de permanecer unidos a Jesús para superar las dificultades, perseverar en medio de la adversidad y dar frutos concretos de amor.

Oración (Oratio)
Este pasaje nos habla del Padre, de Jesús y de cada uno de nosotros, sus discípulos. Es una alegoría que continúa ofreciéndoseme como Palabra de Dios para hablar y hacer fructificar mi vida. En la oración personal descubro la llamada a la intimidad con Jesús.

Contemplación (Contemplatio)
Para ser discípulo de Jesús no basta con estar informado sobre él, es necesario “permanecer” en Él. ¿Qué facilidades y qué dificultades encuentro para estar unido a Él? Sólo en la contemplación puede permanecer unido a Él y experimentar su cercanía.

Compromiso (Actio)
Una de las expresiones que más se repiten en este pasaje es “dar fruto”. ¿Qué frutos me siento llamado a dar en este momento de mi vida?

Antonio Collado

Sacerdote diocesano

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