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Lectio Divina con el evangelio del domingo III del Tiempo Ordinario

«Deja que te pesque su amor»
Publicado: 23/01/2015: 4148

Antonio Collado, vicario de la Promoción de la Fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, nos ofrece la Lectio Divina con el Evangelio del domingo III del Tiempo Ordinario

Lectura (Lectio)

En estas primeras semanas del tiempo ordinario, según la liturgia, se proclaman pasajes de la primera sección del evangelio de Marcos (Mc 1,14-3,6). En ella Jesús comienza su ministerio itinerante en Galilea, provocando reacciones muy diversas en sus oyentes. Me sitúo ante este texto con una actitud de escucha y acogida, como un discípulo.

Meditación (Meditatio)

El episodio de la llamada a los primeros discípulos está precedido por un marco que le sirve de contexto (Mc 1,- 14-15). Jesús viene del desierto donde ha sido sometido a la tentación después de recibir el bautismo de Juan. El arresto del Bautista provoca un cambio de escenario y Jesús vuelve a Galilea, la tierra donde se había criado y allí comienza su vida pública. La llegada del Reino exige conversión y fe. Marcos hace ver que la mejor manera de concretar esta exigencia consiste en seguir a Jesús. Por eso ha vinculado tan estrechamente el anuncio de la Buena Nueva con la vocación de los primeros discípulos. Pasando junto al lago de Galilea, Jesús encuentra a un grupo de pescadores enfrascados en su tarea cotidiana. Históricamente podría resultar chocante que un grupo de hombres respondan de un modo tan radical a la llamada de un desconocido. Pero Marcos no pretende relatarnos una crónica de los hechos. Su intento es reflejar los rasgos esenciales del discipulado cristiano, más allá de las circunstancias concretas en que éste se realice. La primera nota es que el discipulado es siempre una respuesta, Él es quien llama a los que quiere; ser discípulo es, antes que nada, seguir a Jesús, estar con Él y compartir su estilo de vida. En segundo lugar, la vocación cristiana es siempre una “con-vocación”. Jesús no llama a individuos aislados; los llama para vivir en comunidad porque sólo la fraternidad puede hacer creíble el mensaje del Reino. Y la tercera característica es que no hay vocación que no esté orientada a la misión. Eso implica total disponibilidad y capacidad de hacer renuncias. Ante ello es necesario hacer una opción de vida. Solo poniéndome en el lugar de los discípulos y colocándome detrás de Jesús descubriré mi identidad cristiana y mi misión eclesial.

Oración (Oratio)

La respuesta a la llamada debe ser renovada cada día. ¿Cómo estoy viviendo en este momento de mi vida el seguimiento de Jesús? Ahora comienzo mi diálogo con el Señor y, desde la libertad con la que me capacita el Espíritu, intento responder a estos interrogantes.

Contemplación (Contemplatio)

Jesús anuncia que el Reino de Dios está cerca. Abierto al misterio de su presencia, descubro que el Reino habita en mi interior y que sus signos son: paz, alegría, buenos deseos, esperanza…

Compromiso (Actio)

¿Qué significa hoy, para mí, ser discípulo de Jesús? ¿Cómo se materializa esta llamada?

Antonio Collado

Sacerdote diocesano

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