"Se llamará Hijo de Dios"

Lectura (Lectio) María es, junto a Juan Bautista, unos de los personajes centrales del Adviento. Ella es la mujer disponible que supo escuchar y poner por obra la Palabra. Intento acoger la Palabra de Dios como lo hizo María.

Meditación (Meditatio) El “evangelio de la infancia” de Lucas no pretende hacer un resumen de la vida de Jesús cuando era pequeño, sino reflejar la fe en el Resucitado que, como una luz, se proyecta también sobre su niñez. Se hace referencia con la indicación “al sexto mes” a otro anuncio de nacimiento: el de Juan Bautista (Lc 1,5-25). En ambos casos se utiliza una misma estructura en la que se repiten una serie de elementos propios de este género literario llamado “esquema de anuncio”: aparición y saludo de un mensajero divino, perplejidad de quien recibe el anuncio, transmisión del mensaje celeste, objeción del interesado seguida de una explicación, aceptación final del mismo y señal ofrecida por Dios como garantía. Con ello, lo que se pretende es aclarar la identidad del niño y cuál será su misión. A los títulos típicamente mesiánicos, Lucas añade el de “Hijo de Dios” para aludir a su relación única con el Padre. El mismo nombre, Jesús (“Dios salva”), resulta elocuente pero, al mismo tiempo, chocante referido al hijo de una mujer humilde, María, natural de un rincón perdido de Galilea, tan alejada de las grandes instituciones políticas y religiosas de Jerusalén. La salvación de Dios no llega por los cauces esperados. Llama también la atención la importancia que el evangelista concede al Espíritu Santo, no solo en el evangelio de la infancia sino en toda su obra (Evangelio y Hechos). La expresión que se utiliza para describir su acción sobre María recuerda a aquella que se le aplica en el Génesis a propósito de la creación (Gen 1,2). Eso significa que el nacimiento de Jesús es obra de Dios y con él comienza un tiempo nuevo en el que la humanidad será recreada. Finalmente me fijo, como no, en la tres actitudes de María: su reacción de turbación ante el saludo de Gabriel, luego su extrañeza ante su anuncio y, finalmente, su absoluta disponibilidad al plan de Dios. De este modo refleja Lucas el proceso que recorre todo creyente cuando descubre lo que Dios quiere de él.

Oración (oratio) ¿Hasta qué punto consiento, como María, que la Palabra de Dios transforme mi vida? Oro, callo y escucho.

Contemplación (contemplatio) Contemplando la escena de la Anunciación y el “sí” de María, me abro a las mociones del Espíritu Santo desde el silencio y el vacío interior.

Compromiso (actio) La Virgen es modelo de esperanza cristiana, ¿cómo puede ayudarme su ejemplo a vivir anclado en esta virtud?