DiócesisLectio Divina Lectio Divina con el Evangelio del Domingo III de Adviento "Tiempo de alegrarse" Publicado: 12/12/2014: 3840 Antonio Collado, vicario de la Promoción de la Fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, nos ofrece la Lectio Divina con el Evangelio de este domingo 12 de diciembre, III de Adviento. "Preparad el camino" Lectura (Lectio) El evangelista Juan insiste en la figura del Bautista como testigo inminente de Jesús. Que la espera del Señor me haga estar siempre a la escucha de su Palabra para que, con mi vida, pueda ser yo también testigo de la presencia de Jesús. Meditación (Meditatio) Este texto del evangelio de S. Juan reúne dos pasajes diferentes. El primero pertenece al prólogo poético (Jn 1,6-8) y el segundo, al prólogo narrativo (Jn 1,19-28). En ambos aparece la figura de Juan el Bautista como el primero de los que dan testimonio a favor del Señor, pues el evangelista ha concebido su obra como una gran defensa judicial sobre la vida y obra de Jesús. En el primer pasaje (vv. 6-8) se aclara que aunque “enviado por Dios”, Juan es sólo “un hombre”, que tiene el encargo de preparar la encarnación de la Palabra. Se zanja así la polémica con los discípulos del Bautista que reclamaban la superioridad de su maestro con respecto a Jesús. En el segundo pasaje (vv. 19-28), es Juan mismo quien se presenta y explica el contenido de su testimonio. La ocasión se presenta cuando desde Jerusalén llegan fariseos, enviados por las autoridades religiosas, para indagar sobre la actuación del Bautista. El hecho de que Juan bautizase podría dar a entender que él era el Mesías, o Elías revivido, o el profeta prometido por Dios a Moisés (Dt 18,15-20). A todas las preguntas de los sacerdotes y levitas, Juan responde negativamente; él no se atribuye títulos que no le pertenecen. Después de dejar claro lo que no es, y respondiendo a la insistencia de sus interrogadores, declara abiertamente lo que es. Echa mano de las palabra de Isaías (Is 40,1-5.9-11) y se define a sí mismo como “la voz que clama en el desierto”. La misión de Juan está en función de la tarea de Jesús; el hecho de que venga “detrás” de él no significa que sea “menor”. Al contrario, la alusión a su bautismo con agua y a la indignidad para desatar la correa de sus sandalias ponen de relieve que de ningún modo desea suplantarlo. Oración (oratio) «En medio de vosotros hay uno al que no conocéis». ¿Cómo debería aprovechar este tiempo de Adviento para conocer mejor a Jesús y relacionarme con él de un modo más personal y cercano? Desde este interrogante me adentro en el diálogo personal con el Señor. Contemplación (contemplatio) Juan vino “para dar testimonio de la luz”. ¿Qué significa hoy, para mí ser “testigo de la luz”? Me adentro en la contemplación silenciosa para que desaparezcan todas las oscuridades de mi vida. Callo y adoro al Señor. Compromiso (actio) El Adviento es tiempo de esperanza, tiempo de alegría. ¿Qué elementos del pasaje que he leído me ayudan más en este sentido? Antonio Collado Sacerdote diocesano Más artículos de: Lectio Divina Lectio Divina con el Evangelio del domingo IV de Adviento (Ciclo A)Lectio Divina con el Evangelio del domingo II de Adviento Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir