NoticiaOpinión La paz Publicado: 02/01/2012: 5859 La paz es un clamor. El mundo es consciente de que la paz se tambalea sobre soportes inestables. También, que nunca cabalgará sobre la injusticia. Justicia y paz son como los polos de la electricidad, solo producen luz cuando confluyen. Y hoy nos encontramos con la sociedad universal más injusta de todos los tiempos. Ese es el problema. Casi las tres cuartas partes de la gente vive en zonas socioeconómicas que van desde la miseria templada hasta los insoportables límites de la supervivencia. Todo eso mientras menos de una cuarta parte de los habitantes de la tierra –los del consumo desaforado- se ven incapaces para resolver la incertidumbre y la angustia de su particular “tercer mundo” . En el Señor Jesús la palabra paz brota de forma permanente. Él dice que nos da su paz, que nos la deja. Si la paz fuera observable, con microscopio y bisturí, cualquier científico podría deducir su inmaterialidad. Es que nace en el manantial del alma, o del corazón… del interior del hombre, en fin; de ese sitio intangible que el mismo Señor indica como el lugar donde nacen las malas acciones . Habrá que cambiar eso. Se hace necesaria una mirada nueva, un corazón diferente. Lo demás es como dar palos en el aire. Deseo a mis lectores un futuro de paz a partir de este nuevo ciclo, llamado año, que empieza ahora. Una utopía sin duda. Recuérdese que la historia es el camino por donde siempre han transcurrido las utopías. Y que algunas se han realizado. Ésta necesita la asistencia de Dios, del mismo Dios en Jesucristo. Autor: José Luis Navas