NoticiaStma. Virgen «En estos tiempos María nos sigue transmitiendo paz» Publicado: 11/01/2021: 20938 NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ El 24 de enero se celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Paz. En la diócesis de Málaga son dos las parroquias dedicadas con esta advocación: una de ellas en la localidad de Zalea y la otra en Málaga capital. Damián Ramírez, párroco de Nuestra Señora de la Paz en Málaga, nos habla del ayer y el hoy de dicha comunidad parroquial. La parroquia Nuestra Señora de la Paz, situada en calle Goya, en Málaga, celebra este domingo la fiesta de su titular. Un triduo ha preparado la fiesta. El párroco, Damián Ramírez, ha enfocado el ejercicio del triduo a la Virgen con la recreación de «varias cartas de diversos personajes de la Sagrada Escritura dirigidas a la Virgen María», explica. Este domingo, 24 de enero, día de la fiesta de Nuestra Señora de la Paz, tendrán lugar varias celebraciones para facilitar la participación de todos los fieles (11.00 y 19.00 horas). En ellas, el párroco leerá una «carta de San José a la Virgen, con motivo del Año de San José al que nos convoca el papa Francisco», añade Damián. En un año como el que estamos viviendo, la advocación Nuestra Señora de la Paz cobra aún más sentido. En palabras del párroco, «desde el primer día que llegué a la parroquia me puse bajo la protección de la Santísima Virgen y le pedí que, en medio de los “vientos fuertes y tormentas que parecían que querían hundir la barca de la ilusión pastoral”, Ella siguiera transmitiéndome la paz, la serenidad y la ternura que la caracterizaron siempre. Y pienso que esa es la forma de entender y vivir hoy el mensaje o título de una Madre con esa advocación. Hoy, más que nunca, sigue necesitando nuestro mundo y nuestra sociedad de paz, serenidad y ternura, para hacer realmente creíbles las palabras del Señor, y para hacer nuevas todas las cosas, como dice el libro del Apocalipsis. No podemos olvidar que Dios nos llama siempre a avanzar y no retroceder, a ilusionarnos y no anclarnos en el pasado o en la comodidad del “siempre ha sido así y es mejor dejarlo así”. Todos pedimos y soñamos recuperar esa nueva normalidad en medio de una pandemia que nos azota y que nos ha hecho comprender que nuestra vida se tiene que centrar mucho más en Dios y en los demás. Esos son los pilares que mantienen y hacen una vida feliz y que la Virgen supo poner en su vida siempre». Una iglesia viva La iglesia de Nuestra Señora de la Paz se construyó hace 50 años, «como tantos otros templos, surgió a raíz de una necesidad, la masificación de población en la zona que requería construir un nuevo templo que diera respuesta a las necesidades pastorales de aquella época. Hace 50 años se construyó y, desde entonces, no ha dejado de ser una iglesia viva, abierta y enraizada en la barriada». Una comunidad parroquia viva y generosa a la que llegó Damián hace poco más de un año: «En el año y cuatro meses que llevo al frente de esta parroquia puedo decir que lo que más le caracteriza es ser una parroquia solidaria, trabajadora y llena de ilusión y deseos de caminar juntos como familia cristiana, en el mismo barco. Sería un iluso si no manifestara que también ha habido problemas, o mejor dicho, diferentes maneras de ver la realidad que nos toca vivir en estos momentos marcados por una pandemia que no deja indiferente a nadie y que, entre todos, tenemos que afrontar con esfuerzo, ánimo e ilusión por seguir llevando el mensaje liberador y salvador de Jesucristo». Y esa comunión y deseo de caminar juntos es lo que le pide a la Virgen de la Paz en esta fiesta tan importante para la comunidad parroquial: «en estos días nos uniremos en torno a ella y como comunidad que sigue caminando y que desea seguir esforzándose, ilusionándose y animándose a caminar juntos por hacer, como le gustaba decir a san Francisco de Asís “lo que sea necesario, a continuación lo que sea posible, y darnos cuenta al final que hemos hecho lo que parecía imposible”. Que Ella como buena Madre nos ayude y bendiga».