NoticiaCoronavirus

SEMANA LAUDATO SI «La catástrofe sanitaria tiene que ver con la ecológica»

Isabel Cuenca, Secretaria General de Justicia y Paz en España
Publicado: 18/05/2020: 17030

•   El Vaticano convoca un 'Año Laudato Si' en mitad de la pandemia

El Papa Francisco ha decretado que desde el 16 al 24 de mayo se celebre en todo el mundo la Semana Laudato Si', con motivo del 5º aniversario de la publicación de la encíclica para el cuidado de la casa común. Isabel Cuenca es la Secretaria General de la Comisión General de Justicia y paz en España, que viene realizando actividades para profundizar en dicho texto.

«Me gustaría saber si se enseña en los seminarios o se lleva a los consejos parroquiales el tema de cómo hacer una parroquia sostenible desde el punto de vista medioambiental. Queda mucho por hacer»

Cinco años ya de la Laudato Si' (LS). ¿Qué se ha conseguido?

Bastante menos, creo, de lo que era el deseo del Papa al escribirla. A nivel global tuvo una repercusión enorme y han sido muchas las acciones que se han llevado a cabo para darla a conocer. Ha habido encíclicas sociales muy importantes y con amplia repercusión: Pacem in Terris, Populorum Progressio, Caritas in Veritatis, por citar solo algunas, pero ninguna como ésta. Pero ahí está la última cumbre del clima (COP25 celebrada en Madrid) que fue un auténtico fracaso. No sé si en nuestros seminarios, casas religiosas y comunidades cristianas "se educa para la austeridad responsable, para la contemplación agradecida del mundo, para el cuidado de la fragilidad de los pobres y del ambiente" como dice el Papa en LS 214.

¿Conocemos la encíclica?

Creo que no. Todavía hay muchas personas en nuestras parroquias que si le preguntásemos si saben lo que es, dirían que no y ese número aumentaría mucho más si hiciésemos una encuesta sobre quiénes la han leído. Lamentablemente, la Doctrina Social de la Iglesia es algo en lo que no se pone mucho empeño para dar a conocer y sobre todo para ponerla en práctica.

Queda un largo camino por recorrer. por ejemplo, todavía hay muchas personas que piensan que LS es una encíclica sobre ecología, cuando en realidad es una encíclica social en la que el Papa ha sabido explicar perfectamente que la Creación, como un regalo de Dios a todos nosotros, es algo que debemos cuidar, e incorporar ese cuidado como parte esencial del compromiso de nuestra fe. Las principales víctimas del cambio climático van a ser los más pobres y vulnerables. Por eso el Papa habla en la encíclica de oír "el grito de la Tierra y el grito de los pobres". A mí me encanta el subtítulo de la encíclica "el cuidado de la casa común". En una casa se cuida el orden, la estructura, la belleza, pero sobre todo se cuida a las personas que habitan dentro de ella.

¿Cómo se está trabajando su puesta en práctica?

Desde un principio, Justicia y Paz, junto con todas las organizaciones que forman Enlázate por la Justicia (Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES), iniciamos una campaña con la que. bajo el lema "Si cuidas el planeta, combates la pobreza", tratamos de dar a conocer la encíclica tanto en la iglesia como en la sociedad.

En Justicia y Paz además, hemos publicado numerosos artículos, realizado Jornadas y presentaciones con el objetivo de darla a conocer y hemos formado parte, junto con las organizaciones antes citadas, en un grupo de trabajo de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal llamado Ecología Integral.

La Iglesia institucional también está predicando con el ejemplo...

Poco a poco en la Iglesia institucional va calando la encíclica y se van llevado a cabo iniciativas interesantes. En la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, como he dicho antes, se formó un grupo de trabajo que mediante tres seminarios intentó divulgarla y estudiar aplicaciones prácticas de la misma, tanto a nivel social como eclesial. En algunas diócesis se están llevando a cabo iniciativas interesantes. La más conocida por su importancia, pero no la única, ha sido la diócesis de Madrid que ha creado una Comisión de Ecología Integral de la que forman parte numerosas instituciones.

No tengo todos los datos, pero me gustaría saber si se enseña en los seminarios o se lleva a los consejos parroquiales el tema de cómo hacer una parroquia sostenible desde el punto de vista medioambiental. Si en las celebraciones y reuniones en las parroquias, centros de espiritualidad, etc., se incorporan criterios de sostenibilidad. Si en las catequesis se habla del cuidado de la creación. No estaría mal hacer una encuesta para ver en cuántas diócesis se ha recomendado en las misas celebrar la Semana Laudato Si' o si se celebra el Tiempo de la Creación que va del 1 de septiembre a 4 de octubre.

Todavía hay muchas personas que piensan que las cuestiones ecológicas son cosas que no le incumben a la Iglesia.

¿Qué sentido tiene esta semana decretada por el Papa, a qué nos invita?

Es una llamada a la conversión ecológica. El Papa lo dice muy claramente en el vídeo del 3 de marzo en el que la presentaba: "¿Qué tipo de mundo queremos dejar a los que nos sucedan, a los niños que están creciendo?" A partir de esta pregunta, el Papa renueva su urgente llamamiento para “responder a la crisis ecológica", puesto que "el clamor de la tierra y el clamor de los pobres no dan para más”. “Cuidemos la creación, don de nuestro buen Dios Creador", son palabras de Francisco.

En este momento de la historia, vivimos una urgencia sanitaria que nos lleva a usar mascarillas, guantes de plástico, no siempre con el debido cuidado a la hora de desecharlos. ¿Ha complicado el coronavirus la conciencia ecológica? ¿Qué reto supone conciliar urgencia climática y sanitaria?

El Papa en la Laudato Si' y en otras muchas ocasiones dice que todo está conectado. En este momento de pandemia en el que la crisis económica es global y está golpeando muy duramente a los más pobres y vulnerables, la encíclica ofrece la visión de cómo hacer que el mundo sea más justo y sostenible. La catástrofe sanitaria tiene mucho que ver con la catástrofe ecológica y ambas se resolverán con el esfuerzo de todos, teniendo claro que somos instrumentos de Dios para el cuidado del mundo. Ese cuidado del mundo, pasa por el cuidado de la vida, especialmente el de las personas. Sentir como propio el dolor ajeno es fundamental.


 

Ana María Medina

Periodista de la diócesis de Málaga

_AnaMedina_
Más noticias de: Coronavirus