Vida Diocesana Una cosa es predicar... Publicado: 19/05/2016: 4226 … y otra es dar trigo. Hablamos con ligereza de lo divino y de lo humano. Pero cuando nos tenemos que enfrentar con la realidad… la cosa es diferente. Me explico. Cuando hace varios años me comprometí a compartir mis vivencias con los de “mi quinta” -como se decía antiguamente-, me dispuse a estar muy atento a lo que sucedía a mi alrededor, con un estilo quizás poco profesional como periodista, pero involucrándome personalmente en lo que se viene a denominar “periodismo verité”. Esto me hace coprotagonizar algunas veces las circunstancias de la narración. Entre las vivencias desarrolladas a lo largo de mi ya dilatada vida, he tenido la oportunidad de explicar, a los que han osado escucharme, las características de los distintos Sacramentos de la Santa Madre Iglesia, bien en cursillos prematrimoniales o prebautismales, en Cursillos de Cristiandad o en charlas de todo tipo. Los sacramentos son muy lucidos de explicar. Perdón, todos menos la unción de enfermos. A este cuesta un poco “recomendarlo” por el aquello tan andaluz del “yuyu” sobre los temas de enfermedad o muerte. Los antiguos catecismos ya empezaban por enfocarlos mal desde el punto de vista semántico. La palabra “extremaunción” ya hablaba de una circunstancia “extrema”. Por eso algunos graciosillos le llamaban, con un deje taurino, “la puntilla”. Los familiares recurrían al mismo en el último suspiro a fin de “no alarmar al enfermo”. Esto ha cambiado, para bien. Tengo un amigo con una enfermedad grave. Con toda naturalidad hemos hecho caso a lo que nos decían nuestros padres en la fe y hemos llamado a la comunidad en la que nos movemos. Nos hemos reunido alrededor del enfermo –sin prisas- para ayudarle a superar esta enfermedad con nuestra oración y con el Sacramento de Unción de los enfermos (otro lugar de encuentro con Jesús). Una maravilla. En varias ocasiones había asistido a la administración de dicho Sacramento. En grupos grandes e individualmente. En esta última ocasión, el pasado domingo, estábamos preocupados por el amigo, tristes por su situación pero alegres por la mejoría espiritual y corporal que iba a recibir. V… dio la talla. Pero lo más trascendente que surgió fue el efecto contagio. Todos los asistentes nos encontramos de cara con Él. En forma de Eucaristía, de Reconciliación, de Unción y de amistad. Un completo. Fuerza para seguir viviendo. Dios se lo pague a Dios. Os recomiendo la experiencia. Estamos en una edad muy difícil. Tenemos que predicar… y dar trigo. La segunda comuniónPaz Comentar artículo Título de un comentario. Este bloque solo estará disponible en los artículos de tipo BLOG y no en los de Diócesis, Noticias o Html/Varios Nº 2 | Nombre de usuario (08/01/2014 15:02) DENUNCIAR COMENTARIO Este bloque solo estará disponible en los artículos de tipo BLOG y no en los de Diócesis Nº 2 | Nombre de usuario (08/01/2014 15:02) DENUNCIAR COMENTARIO Comentario: Nombre: Email: Acepto las Condiciones de uso La dirección IP de su ordenador quedará registrada al realizar el comentario de cara a su identificación por si fuese necesario. RECUERDE: - Estas opiniones pertenecen a los lectores y no a la Diócesis de Málaga - No está permitido hacer comentarios injuriosos o contrarios a la libertad de expresión. - La Diócesis de Málaga se reserva el derecho de eliminar comentarios inadecuados. - No dude en avisar de posibles comentarios inadecuados. - Los comentarios podrán ser reproducidos textualmente en otras publicaciones de la Diócesis. Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir