Noticia En la fiesta de Pentecostés Publicado: 19/05/2015: 19066 Celebramos la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. Cincuenta días después de la Pascua, un viento impetuoso sopló sobre Jerusalén y la llama del Espíritu Santo bajó sobre los discípulos reunidos, se posó sobre cada uno y encendió en ellos el fuego divino, un fuego de amor, capaz de transformar. El miedo desapareció, el corazón sintió una fuerza nueva, las lenguas se soltaron y comenzaron a hablar con franqueza, de modo que todos pudieran entender el anuncio de Jesucristo muerto y resucitado. En Pentecostés, donde había división e indiferencia, nacieron unidad y comprensión. Como cristianos debemos vivir según el Espíritu de unidad y de verdad. Y por esto debemos pedir al Espíritu que nos ilumine y nos guíe a vencer la fascinación de seguir nuestras verdades y a acoger la verdad de Cristo transmitida en la Iglesia. El relato evangélico nos dice que Jesús, antes de subir al cielo, pidió a los apóstoles que permanecieran juntos para prepararse a recibir el don del Espíritu Santo. Y ellos se reunieron en oración con María en el cenáculo a la espera del acontecimiento prometido. Reunida con María, como en su nacimiento, la Iglesia también hoy reza: «Veni Sancte Spiritus!», «¡Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor!».