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Fernando del Castillo: «La delegación ha comenzado a acompañar en la fe a personas separadas»

Publicado: 28/12/2011: 2829

El delegado diocesano de pastoral familiar es sacerdote paúl. Nació en Madrid, en una familia de cuatro hermanos. Llegó a la diócesis hace dos años y es párroco de San Miguel, en Málaga capital. Afirma que «casarse es una decisión muy importante que debe ser madurada en el tiempo, con serenidad.»

–Pastoral Familiar siempre ha sido una delegación diocesana con mucha vida, ¿en qué se está centrando el trabajo actual?

–Lo más importante es mostrar la verdad de la familia, promover la cultura de la familia, hablar de la familia. Este curso nos hemos propuesto como prioridad la evangelización de la familia. La familia es la clave en la nueva evangelización. Por eso queremos promover la cultura de la familia, mostrar la verdad de la familia, comprometiendo a algunos matrimonios para que promuevan la pastoral familiar en sus parroquias, colegios y movimientos.

Para realizar esta tarea es importante estar formado. Los documentos de la Iglesia son muy ricos en este sentido. El mes de enero comenzamos la Escuela de Agentes de Pastoral familiar, para formar a matrimonios que puedan implicarse en la pastoral familiar en sus respectivas parroquias.

Queremos buscar nuevos formatos para el curso de preparación al matrimonio. Casarse es una decisión muy importante que debe ser madurada en el tiempo, con serenidad… Ya se están realizando algunas experiencias: cursos de preparación al matrimonio que sean un verdadero itinerario de fe. Estos cursillos pueden prolongarse durante un año, un curso.

Es necesario crear equipos de pastoral familiar que estructuren y dinamicen la pastoral familiar en la parroquia. En las familias surgen dificultades y la Iglesia, las parroquias, los movimientos, el COF… todos pueden ayudar a las familias a superar estas dificultades. Por eso estamos iniciando grupos de matrimonios jóvenes en las parroquias; también hemos comenzado  una experiencia de acompañamiento en la fe a personas separadas. 

–¿No parece una contradicción que una Delegación Diocesana de Pastoral Familiar esté dirigida por un sacerdote?

–No hay contradicción. Cualquier bautizado puede animar y promover la pastoral familiar… ocurre también en otras delegaciones:  La pastoral de la salud no la dirigen los enfermos, ni la pastoral infantil los niños, ni la pastoral juvenil los jóvenes… aunque familias, niños, jóvenes, enfermos… colaboren en estas delegaciones. 

La pastoral familiar no es tarea de una persona, sino de todos. En la Delegación existe un equipo de seis matrimonios pertenecientes a distintas realidades eclesiales, que programan y dan continuidad a los proyectos. No hay que olvidar que pastoral familiar la llevan a cabo las propias familias.

–¿Cuáles son los recuerdos que tienes de tu familia?

Es cierto que la experiencia familiar nos marca en muchos aspectos. De mi familia recuerdo los momentos en los que hacíamos cosas juntos. Es importante estar juntos, compartir momentos, experiencias…  Se intensifican muchos lazos. Otro aspecto que recuerdo de mi familia es vivir con fe las dificultades que van surgiendo. Creer nos ayudó, nos fortaleció y nos dio una gran consistencia interior.

–¿Cómo ves a la familia en el futuro?

–Cambian los modos, las situaciones, los escenarios, pero la familia continúa siendo el núcleo básico del tejido social. Todos debemos cuidar y defender la identidad de la familia, proponer la verdad de la familia. Tenemos que hablar de la familia, rezar en familia, pedir por las familias. La familia está llamada a dar testimonio de la caridad, a ser signo de la presencia del amor de Cristo. El 30 de mayo se celebrará el Encuentro mundial de las familias en Milán, una buena oportunidad para expresar el compromiso de la Iglesia con la familia.

Autor: Encarni Llamas

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