Hablar de Tierra Santa en la Diócesis de Málaga es hablar de Savitur. Toon Espinosa, su director, nos habla de cómo empezó todo: «Savitur empieza bastante antes de su fundación. La empresa nació en el año 1977, pero el origen se sitúa a principios de los sesenta, cuando mi padre, que fue uno de los fundadores, trabajó de voluntario en el Obispado en la delegación de Emigración. Allí ayudaba como voluntario para arreglar los trámites de las personas que emigraban a Alemania o Francia. Entre los miembros del clero a los que conoció, entabló amistad con el canónigo magistral de la Santa Iglesia Catedral, Luis Vera. Éste era un hombre avanzado a su tiempo y con él se fue a Tierra Santa cuando aún no había relaciones diplomáticas entre España e Israel y había que volar vía Roma con Alitalia. Mi padre me contaba que iban con un mapa y un coche ubicando lugares como la Visitación, y entre los dos marcaron el circuito de lo que fue la primera peregrinación nacional organizada a aquel lugar». Del boca a boca de los sacerdotes diocesanos, Antonio Espinosa empieza a llevar las peregrinaciones diocesanas con una ilusión tremenda pero con unas carencias nada desdeñables. En palabras de Toon, «había que ser un valiente para ir para allá». 

Este joven malagueño creció al ejemplo de su padre, acompañándolo en sus contactos con los sacerdotes, lo que marcó su vida de fe y su estilo profesional al tomar el relevo de la empresa. Gracias a su trabajo, él mismo reconoce que aprende mucho de la universalidad de la Iglesia.

UNA MIRADA AL FUTURO

En más de tres décadas de trabajo puede estimarse en unos 40.000 la cifra de peregrinos que ha viajado con Savitur. Estos datos han llevado a esta empresa malagueña a obtener el reconocimiento de importantes aerolíneas nacionales. A pesar de los números, para Toon cada peregrino es único y deja en ellos una profunda huella. «Hace poco una señora de Almería, dentro de una peregrinación de Acción Católica, explicó que tras el fallecimiento de sus hijos se había enfadado mucho con Dios, y que fue a través de una peregrinación a Tierra Santa como se reencontró con Él. A mí eso me dejó impactado. Cuando tú tienes la oportunidad de ofrecer a la gente esos cauces, te animas. Es un trabajo que te da la posibilidad de aumentar tu fe y de crecer con personas que vas llevando de peregrinación. Yo crezco y me alimento de eso». 

Savitur cuenta en la actualidad con un equipo de seis personas y colabora con diócesis de toda España. Sus planes de futuro son seguir abriendo fronteras. «Muchos peregrinos que han viajado ya con Savitur nos demandan  empezar a peregrinar a Sudamérica. Ya lo hemos hecho con diócesis como la de Canarias, pero no aquí. Así que entre nuestros planes de futuro está cruzar a ese otro continente, incluso está previsto llegar a Caicara del Orinoco en Venezuela, para visitar la Misión Diocesana de Málaga» afirma Toon. Además de afianzar el principal destino que tienen, Tierra Santa, y seguir posibilitando la participación en celebraciones de la Iglesia Universal, como la próxima canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, Savitur mira a los países donde conviven diferentes religiones (como la Ruta de la Seda en Uzbequistán, por ejemplo). 

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