Renovarse o morir, eso habrá tenido que pensar su Santidad Benedicto XVI para armarse de valor y decir sí a la popular red social Twitter. A pesar de sus 86 años de edad, no es la primera vez en que éste establece un acercamiento directo con sus fieles a través de esta poderosa red de comunicación global. En un claro ejercicio por adaptarse a los nuevos tiempos, el Papa establecerá un contacto semanal con su más de 600.000 seguidores a través de su perfil en inglés @Pontifex.

Si no estás en Twitter no existes, ¿triste? Sí, pero totalmente cierto. La sociedad actual configura su día a día a golpe de 140 caracteres. Vocablos como ‘tuitear’, ‘tuiteo’, y ‘tuitero’ se han convertido en una forma más de establecer una comunicación diaria con todo aquel que nos rodea. Ante tanta renovación resulta admirable y tremendamente ejemplificador el ejercicio llevado a cabo por su Santidad el Papa. Quizás su inclusión pueda ser entendida como un simple gesto de cara a la galería, pero como ocurre con todo lo que dice, comenta, hace y opina, su sola presencia sitúa a la Iglesia Universal en un puesto de privilegio, desde el punto de vista de la vanguardia social y comunicativa.

No ha sido el primero y a las pruebas me remito. Nuestra Diócesis cuenta en la actualidad con diversos y profesionales canales de comunicación con los que hacerse presente en el día a día de la sociedad católica malagueña. Creyentes y no creyentes disponen en tiempo real de una información seria y contrastada con la que poder estar informados. La web diocesana, la reciente inclusión en redes sociales, así como el apartado multimedia a través de canal You Tube dan cabida a la voz de la Iglesia malagueña en el ámbito del 2.0.

Algunos se estarán preguntado ¿es todo esto suficiente?, posiblemente no. Lamentablemente este espíritu de renovación no ha llegado a todos los rincones que componen el día a día de nuestra vida como cristianos, pero lejos de caer en el desánimo, debemos ser conscientes de cómo la nueva evangelización pasa por la utilización de todos estos sistemas de interacción social, como ejes vertebradores de nuestra labor apostólica. Donde dos o más ‘tuitean’ en mi nombre, allí estoy yo. Dejémonos de medias tintas y sepamos hacer presente el mensaje de Jesucristo en todos los ámbitos de nuestro vida.

¡Habemus @Pontifex!