En una fría habitación de hospital, el miedo, la angustia y la desesperanza campan a sus anchas. La vida, en ocasiones, se antoja demasiado caprichosa poniéndonos a prueba en el momento más inoportuno. Armarnos de valor y aprender a soñar puede ser un buen comienzo para afrontar con ilusión y esperanza el proceso de recuperación.

Paula tiene doce años y permanece ingresada en el Hospital de San Juan de Dios de Barcelona, en el cual recibe tratamiento frente al cáncer que padece. Lejos de rendirse o caer en el desánimo, ha sido capaz de contagiar sus ganas de vivir al resto de niños y niñas que permanecen ingresados en el servicio de oncología y hematología de este hospital. La esperanza y la alegría por encontrar la salida a la enfermedad que padece ha sido el aglutinante para sacar adelante su idea.

Esta propuesta, a la que han bautizado como "hazte donante de esperanza", ha contando con la desinteresada colaboración del cantante Macaco, quien ha cedido los derechos de la canción «Seguiremos» para la grabación del videoclip. Pacientes, voluntarios y familiares han querido alzar su voz para hacernos caer en la cuenta de la inaplazable necesidad de seguir aunando esfuerzos para ganar, de una vez por todas, la batalla al cáncer.

Iniciativas como éstas no hacen sino poner de manifiesto la inmejorable situación con la que la mayoría de nosotros afrontamos la llegada de la Navidad. A pesar de que el panorama económico que atravesamos nos borre la sonrisa, debemos sentirnos muy afortunados de poder disfrutar de la venida de nuestro señor Jesucristo junto a familiares y amigos. Es el momento de pararnos a mirar a nuestro alrededor, reparar en los pequeños detalles y tender la mano a todo aquel que no atraviesa por su mejor momento.

No sé ustedes pero empiezo a estar un tanto cansado de ver cómo la sociedad adultera el mensaje con tanta frivolidad. El buey, la mula, la partida de nacimiento de los Reyes Magos ¡qué mas da!, por qué no dedicar tiempo y esfuerzos a lo que realmente es importante. Profundizar en el mensaje, alimentarlo de los suculentos manjares que nos ofrece la vida en comunidad y compartirlo con todos aquellos que nos rodean, nos hará vivir la Navidad desde la autenticidad que se nos presupone.

Todos los años, la inauguración del alumbrado navideño me invita a hacerme la misma pregunta ¿Cómo deseo vivir la Navidad? Seguro que Paula tendría un millón de buenas ideas. Yo, mientras tanto, seguiré confiando la respuesta al poder de la oración.