NoticiaMedalla Pro-Ecclesia Malacitana Concepción Rodríguez: «Todo el que busque paz y cariño, que vaya a la iglesia» Publicado: 05/08/2022: 6783 Colmenarejo Concepcion Rodríguez Morales es una feligresa de Colmenarejo, pedanía de Campanillas. En la fiesta de la Virgen del Carmen recibió, junto a otro feligrés (Ricardo Ruiz) la Medalla Pro Ecclesia Malacitana, que le entregó el párroco en nombre del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, «por su gran generosidad y por su entrega dedicada a la Capilla de Nuestra Señora de Fátima». ¿Cómo recuerda esta fiesta de la Virgen del Carmen? Muy contenta. Fue una gran sorpresa. No me esperaba nada. Para mí, fue algo inmenso el recibir tanto cariño de mi Iglesia, en la que llevo tanto tiempo compartiendo la vida con los demás. Allí es donde recibo la paz por eso, yo le digo a la gente que todo el que busque paz y cariño, que vaya a la Iglesia. Me daba fatiga de tantas atenciones, pero también agradezco de corazón todo el cariño. ¿Desde cuándo colabora en la parroquia? Desde hace más de 20 años. Han pasado muchos párrocos por aquí, todos maravillosos. Nos han tratado muy bien y nos han dado mucho cariño. Y con eso me quedo. ¿Qué tareas ha llevado a cabo en la parroquia? Me he encargado de limpiar el templo y de cuidar de los enseres necesarios para la Misa, de tenerlos limpios y planchadas las albas y los purificadores. Y, la verdad, de todo lo que hiciera falta en este bonito templo de la Virgen de Fátima, en Colmenarejo. ¿Podría vivir usted sin su parroquia? No podría. Ahora que estoy mayor, tengo 83 años, y no puedo ir sola, sino que me tiene que acompañar mi niña, me cuesta no poder ir cuando yo quiera. Yo le recomiendo a la gente que no se retire de la Iglesia, que vayan al templo y hablen con el Señor porque allí es donde van a encontrar su paz y su cariño. ¿Cuál es su acción de gracias a Dios? A Dios le doy gracias por todo, por mis cuatro hijos, mis cinco nietos y mis dos biznietos; por el trabajo que he podido realizar; por ayudarme a criar a mis niños y salir adelante todos los días, que tenía que ir a trabajar lejos y cuando salía por la mañana le decía al Señor, ayúdame a que regrese. El Señor es muy importante en mi vida y su Madre, la Virgen María, también. Y le doy muchas gracias también al Sr. Obispo por acordarse de mí. Tanto el Obispo actual, D. Jesús, como el anterior, D. Antonio, han venido a vernos a Colmenarejo y eso es algo que no se olvida nunca y por los que le damos gracias a Dios. Siempre voy a recordar este día en que me entregaron una Medalla tan bonita, ha sido un detalle precioso que han tenido conmigo y que agradezco de corazón.