NoticiaEntrevistas Antonio Aguilera: «Necesitamos la Palabra de Dios como el comer» Antonio Aguilera Publicado: 16/01/2023: 18319 Sagrada Escritura «Necesitamos la Palabra de Dios como el comer, como el respirar. Si no respiro me muero, si no como me muero; pues la Palabra de Dios es lo mismo para la vida espiritual», así de claro habla el profesor de Biblia Antonio Aguilera en este Domingo de la Palabra de Dios sobre la importancia de la Sagrada Escritura en la vida del cristiano. Fragmento de la entrevista en audio para el podcast diocesano: ENTREVISTAS. Antonio Aguilera en el Domingo de la Palabra de Dios Los últimos papas coinciden en invitarnos en sus discursos y documentos a la “familiaridad con la Palabra de Dios”. ¿Cómo definiría esta expresión? Esa familiaridad con la Palabra yo la entiendo como hacerla tuya, rumiarla, esponjarla en tu vida… Así, si “de la abundancia del corazón habla la boca”, pues lo que has venido rumiando te brotará de forma casi natural. ¿Y cómo conseguir esta familiaridad? ¿Qué medios tenemos a nuestro alcance? Cada uno escoge el que más le interesa o el más apropiado para él. Por ejemplo, en muchas casas, están esos pequeños Evangelios de cada día. Esa lectura tranquila, aunque sean cinco minutos, de la Palabra de Dios orienta y alimenta para afrontar la jornada, para saber cómo situarte. Pero leer el Evangelio no es como leer una novela, ¿Cómo dar el salto para que esa palabra se haga carne? Yo siempre digo que hay que tener dos miradas. Una, a Dios: “Señor, ¿qué me estás diciendo hoy con esta palabra?”; y otra mirada a la gente: “¿Señor, cómo puedo servir hoy mejor a los demás desde este mensaje que me envías?”. Hablamos de la lectura personal pero, ¿es importante también la comunitaria? Es lo que hacen muchos grupos parroquiales a lo largo de la semana, dedican un rato a leer las lecturas del domingo y a comentarlas entre ellos. No es lo mismo celebrar la Eucaristía escuchando por primera vez el Evangelio que habiéndolo rumiado ya antes, además, con un grupo en el que cada uno ha ido aportando algo. Esa lectura comunitaria de la Palabra de Dios nos viene muy bien. ¿Las nuevas tecnologías son una ayuda para crecer en esta familiaridad? Hay muchos recursos muy interesantes. Por ejemplo, para la lectura personal hay aplicaciones con los textos diarios. En audio, yo recomiendo la app Rezando Voy donde hay unos cantos, la lectura diaria, una meditación y unas peticiones. También tenemos el comentario diario en nuestra web diocesana. Para la lectura comunitaria hay algo muy práctico que nos regala cada semana el profesor de la Facultad de Teología de Granada José Luis Sicre. Se trata de un blog donde, cada jueves, hace un comentario a la Palabra de Dios de ese domingo que es precioso y muy conectado con la vida actual. Esto ayuda muchísimo. Precisamente Sicre ha participado recientemente en uno de los cursos bíblicos que ofertan los centros teológicos También muy recomendables ¿verdad? Tienen mucho éxito. En este último, hay en torno a cien inscritos. Son unos cursos muy buenos y muy aprovechables para todos. También se ha popularizado la “Lectio Divina” ¿en qué consiste? Pues se trata de orar con la Palabra de Dios. Ya Orígenes, en el año 238, en su “Carta a Gregorio”, le aconseja la “lectio divina”. Consiste en coger tranquilamente el texto de la Sagrada Escritura que quieras, leerlo detenidamente, y hacerte una pregunta: ¿qué dice el texto? Luego viene un segundo momento, meditar la palabra: ¿qué me sugiere a mí personalmente? El tercer paso es la oración: ¿qué te digo yo ahora, Señor?, entrar en diálogo, conversar con Dios. El último paso es la contemplación.Contemplo la escena del texto y me pregunto: ¿cómo voy a vivir yo esto hoy?