DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio del Domingo II de Pascua, por Antonio Fernández López

Antonio Fernández
Publicado: 14/04/2023: 1018

El sacerdote y profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga Antonio Fernández López ayuda a profundizar en el evangelio de este domingo II de Pascua, 16 de abril de 2023.

El pecado mayor y raíz de todo pecado es el no reconocer la presencia de Jesús Resucitado en medio de nosotros. Hoy invocamos de una manera especial la Divina Misericordia. Por el contrario, en las lecturas de hoy se nos señala cómo es esta presencia.

Con cuatro verbos podemos explicarlo:

“Conocerle”. Gracias a la experiencia de la Resurrección, los discípulos conocen que Jesús no está muerto. Que el Resucitado es el mismo que el Crucificado (sus llagas lo muestran) y que sigue teniendo con ellos y con todos las mismas actitudes de entrega amorosa que lo llevaron a la cruz. Este Jesús, crucificado y resucitado, no es un ausente ni un impotente, lejano y distante. Resucita para continuar su presencia y su acción liberadora.

“Reconocerle”. Debido a este conocimiento, posible por la fe, Tomás lo “reconoce”. No ve sólo a Jesús como antes de su Resurrección, ni tampoco lo ve lo mismo. Lo reconoce como Dios y Señor.

“Reconocerse”. La fe es una relación, la relación interpersonal involucra, cambia, transforma la vida y su curso posterior. Tomás no dice teóricamente que Jesús es Dios y Señor, sino que le confiesa: “Señor mío y Dios mío”.

“Reconocernos”. Lo que la fe ha producido en Tomás y en los otros discípulos, no se queda en una vivencia individualista. Por ella son constituidos en una comunidad a través de la cual Jesús sigue salvando.

 

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