NoticiaActualidad Los templos franciscanos ofrecieron la Indulgencia Plenaria de la Porciúncula ARCHIVO. Clarisas congregadas en el encuentro celebrado en el barrio de Capuchinos Publicado: 02/08/2022: 17384 Devoción Los días 1 y 2 de agosto se pudo ganar la Indulgencia Plenaria de la Porciúncula o Perdón de Asís visitando una iglesia franciscana de frailes o de monjas clarisas, como la parroquia de San Antonio y el convento de franciscanos de Vélez-Málaga y la parroquia de la Divina Pastora de Málaga. La historia se remonta a los tiempos del papa Liborio (352-366), cuando los eremitas del valle de Josafat llevaron a la basílica de Santa María de los Ángeles de Asís unas reliquias de la tumba de la Virgen. De acuerdo con la misma tradición, a mediados del siglo VI, pasó a depender de san Benito. Poco se sabe de ella hasta que, a principios del siglo XIII, el abad de San Benito del Monte Subasio se la confió a san Francisco de Asís, encomendándole una función bien precisa: convertirla en la sede de su orden. En la Diócesis de Málaga La parroquia Divina Pastora de Málaga es uno de los templos en el que se podía ganar dicha indulgencia por su relación con las religiosas clarisas, y la parroquia de San Antonio en Vélez-Málaga, por su relación con los padres franciscanos. En ambas se celebró, a las 20.00 horas, una Eucaristía en la que se recordó, de forma especial, dicha tradición que, en palabras de fray José Antonio Naranjo, guardián de la comunidad franciscana de Vélez-Málaga, «es una tradición muy viva en toda la orden franciscana, no sólo entre los religiosos, sino también entre las hermanas Clarisas y los franciscanos seglares, es una fiesta muy arraigada que va desde las 12 de la mañana del 1 de agosto a las 12 de la noche del 2». Es una fiesta dedicada a la figura de la Virgen María, «a quien san Francisco de Asís tenía una gran devoción, por ser la mediadora. Con respecto a esta fiesta, san Francisco decía que "ningún ser humano se vea privado de la salvación y que todos consigamos los medios para alcanzar la vida eterna"», añade fray José Antonio. Es por ello que estos días los templos franciscanos permanecen abiertos el mayor tiempo posible. «Los franciscanos hoy celebramos cuatro misas especiales, dos en las capellanías que llevamos, una en la parroquia de San Antonio, a las 20.00 horas, y otra en la iglesia conventual, a las 21.00 horas. Dichas celebraciones las enriqueceremos con cantos y moniciones especiales y en ella participan todas las personas que viven en torno a nuestra casa y carisma». ¿Cuáles son las condiciones que se deben cumplir para ganar esta Indulgencia Plenaria? 1.- Hacer una buena confesión, ocho días antes o dentro de los siete días siguientes. 2.- Es indispensable comulgar el día 1 o el 2 de agosto o dentro de los siete días siguientes. Tanto la confesión como la comunión pueden hacerse en cualquier iglesia. 3.- Visitar entre el mediodía del 1 de agosto y el crepúsculo del 2 de agosto una iglesia franciscana con intención de ganar la indulgencia, rogando a este fin por las intenciones del Romano Pontífice y rezando un Padrenuestro, un Ave María, el Gloria y el Credo. Desde 1216 La concesión de la Indulgencia de la Porciúncula se dio en 1216, cuando san Francisco partió para Perusa junto al hermano Maseo para ver al papa Honorio III. Una noche anterior el mismo Cristo y la Virgen, rodeados de ángeles, se le habían aparecido en la capilla de Santa María de los Ángeles en Asís. En esta aparición, el santo le pidió al Señor le concediese una indulgencia a cuantos visitasen la iglesia dedicada a la Virgen bajo la advocación de María de los Ángeles. El Señor aceptó y le ordenó que se dirigiese a Perusa, para obtener del Papa el favor deseado. El Santo Padre concedió la gracia. En 1966, el papa Pablo VI publicó la Carta Apostólica “Sacrosancta Portiunculae ecclesia” con ocasión del 750° aniversario de la concesión de la indulgencia de la Porciúncula, donde expresó que “la institución de esta indulgencia sea celebrado de manera que verdaderamente la Porciúncula sea aquel lugar santo donde se consigue el perdón total y se hace estable la paz con Dios”.