DiócesisComentario al Evangelio Comentario al evangelio del Domingo de la Sagrada Familia, por Fermín Negre Fermín Negre, sacerdote diocesano y cantautor Publicado: 21/12/2021: 1388 El sacerdote Fermín Negre, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo de la Sagrada Familia (Lucas 2, 41-52), que se celebra el 26 de diciembre. El silencio en Nazaret Casi nada sabemos de la infancia de Jesús. Ni de su juventud. Desde los relatos de Belén al momento en que comienza su misión, solo el de «Jesús, perdido y hallado en el templo». «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo estar en la casa de mi Padre?». Pobres María y José que no entendían nada. María pensaría para sí: «Un día comprenderé las cosas de mi niño. Para que no se me olvide nada, conservo todo aquí dentro». Y Jesús, mientras tanto, perdido en el corazón de su Padre. Esos asuntos van a ser siempre lo primero. Luego, caravana rumbo a Nazaret. Treinta años perdidos sin hacer nada, diríamos hoy. De ningún modo. Todo lo que vivió mientras crecía «en sabiduría, estatura y en gracia» lo plasmaría en sus bellísimas parábolas, en su trato con los demás, en su modo de ser y amar. Nazaret habla de la importancia del silencio. De raíces. De la vida cotidiana y familiar. Del pueblo y los vecinos. De parar el ritmo y desacelerar. De sueños, amores, bondades y horizontes de futuro. Nazaret, cocina y trastienda de la revolución que se iba abriendo paso. No sé cómo nos verán María y José. Lo que quieren los padres es que sus hijos se lleven bien, que ninguno pase necesidad, que ninguno falte en la mesa a la hora de comer… Sagrada Familia, ruega por nuestras familias… y te pedimos que entre todos lleguemos a formar una familia universal en la que nadie quede excluido. ¡Nos rezamos! @ferminnegre Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Comentario al Evangelio Comentario al evangelio del domingo 2 de enero, por Daniel GuerreroComentario al evangelio del Domingo IV de Adviento, por José Antonio Fernández Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir