NoticiaEntrevistas Mons. Alfonso Milián: «Cada vez más gente valora la labor de la Iglesia Católica» Monseñor Alfonso Milián /S. FENOSA Publicado: 23/05/2017: 18356 Mons. Alfonso Milián Sorribas (La Cuba, Teruel, 1939) es el obispo emérito de Barbastro-Monzón y de Cáritas Española. El pasado mes de abril, dirigió unas charlas en la Iglesia Capitular del Sagrario, bajo el título “Nuestro Dios es familia”. ¿Nuestro Dios es familia? Así es. Nosotros creemos en un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, entre los que se da la paternidad, la filiación y el amor. Cada una de estas tres personas vive para la otra, por la otra, con la otra, en la otra, y desde las otras. Nacemos en una familia humana, de sangre, y luego somos incorporados a la familia de los hijos de Dios, que es la Iglesia, por el bautismo. Por este sacramento somos hijos de Dios y hermanos de todos los hombres. Nuestra vida, que procede de la Trinidad, no se concibe sin la familia, y esto tiene unas consecuencias enormes: tenemos que vivir para los demás, por los demás, con los demás, en los demás y desde los demás. Nuestra vida solo tiene sentido cuando se entrega. Estamos inmersos en la Campaña de la Renta, en la que pedimos las dos X solidarias. Aumenta el número de declaraciones que marcan las dos X solidarias y aumenta el número de personas que conoce y valora la labor de la Iglesia. Un periodista me decía hace poco: «no sé si tengo fe, pero yo he estado en África y, lo que he visto hacer allí por los misioneros, no lo he visto en ningún sitio; y pondré la X a favor de la Iglesia porque el dinero que se da, la Iglesia lo multiplica». Estamos en la cincuentena pascual, ¿cómo nos recomienda vivirla? Hay que vivirla y celebrarla con intensidad y hay que tener muy presente Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. Dice un teólogo espiritualista francés que si no avanzamos en la vida espiritual es porque no invocamos al Espíritu. Cuando rezo el rosario en sus misterios gloriosos, en el tercero: “la venida del Espíritu Santo” siempre lo invoco: “ven Espíritu Santo, que nos haces mucha falta”. ¿Tiene mucho trabajo como obispo emérito? Pues solo llevo dos años como emérito, pero no he parado (se ríe). En las últimas semanas, he compartido ejercicios espirituales con catequistas y sacerdotes. Incluso estuve hablando de la Misericordia en san Juan de Ávila. En poco más de un año, he visitado cuatro diócesis andaluzas: Málaga, Cádiz, Sevilla y Jaén. Es cierto, estoy muy ocupado, pero gozosamente ocupado.