Desde hace dos días no dejo de preguntarme para qué y por qué quiero vivir, y no encuentro respuesta ¿merece la pena vivir?  La pesadilla de mis pensamientos llenos de oscuridades y lo sombrío del futuro me ofrecen los argumentos suficientes para abandonar el cuerpo, y ¿qué haré cuando lo consiga? No tengo ni idea y con estas cosas me he "reliado" y adormilada he diseñado mi paraíso. Es un lugar muy simple: sólo quiero vivir tranquila y en paz. Las condiciones de esa paz también eran muy claras, pues debía ser una paz que no estuviera alterada ni condicionada por nadie no por nada, pero en caso que esto sucediera, yo podría tener el poder de dormir y dormir durante el tiempo necesario para que la paz volviera a mi mente. ¡Bendito sueño!