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"Un movimiento familiar llamado San Juan de Ávila", por Miguel A. Villarejo

Publicado: 05/10/2012: 5879

El Movimiento de Apostolado Familiar "San Juan de Ávila" brota como una respuesta de adhesión al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia (especialmente al Concilio Vaticano II), ante la importancia fundamental del matrimonio y de la familia para la Iglesia y para la sociedad. La familia es el fundamento de la sociedad y de la Iglesia.

Trini Samos, fundadora del Movimiento, había tenido intenso contacto personal y epistolar con don José Soto Chuliá, Director Espiritual del Seminario de Málaga desde 1920 a 1950 (a quien don Manuel González apodaba “el maestro Ávila” por el gran conocimiento que de él tenía) , y de él se impregnó del espíritu y la doctrina de San Juan de Ávila, introduciéndose en la comprensión de la grandeza de la filiación divina recibida en el bautismo y animándose a vivir como hija de Dios. Se orientó espiritualmente con el Padre Soto y comenzó a leer y meditar asiduamente las obras de san Juan de Ávila. 

Después de una larga experiencia de reuniones con madres y jóvenes, inicia con su marido Pedro Doblas y otro matrimonio en el año 1971 reuniones de matrimonios. Interesado por las inquietudes de estos matrimonios, el Párroco de San Pablo, don José García Rosado los acoge, consolidando así la idea primera y dando origen al Movimiento de Apostolado Familiar “San Juan de Ávila”.

Los primeros Estatutos del Movimiento de Apostolado Familiar "San Juan de Ávila" fueron aprobados por el entonces Ordinario del lugar D. Ramón Buxarrais Ventura, con fecha 9 de enero de 1981.
El Movimiento ha adoptado como patrón—que le da también el nombre—a San Juan de Ávila, ya que bebe en las fuentes de su doctrina y su dirección y orientación espiritual de las personas. El Movimiento se inspira especialmente en la doctrina contenida en sus escritos.

El Movimiento hace suyo el núcleo de doctrina del santo en relación con el celo apostólico. Su permanente línea doctrinal de "búsqueda en todo y por todo de la gloria de Dios y el bien de las almas" , se hace también cometido principal de este Movimiento, de forma que, como dice el maestro de santos, también en su Carta 1, sean recetas generales "la frecuencia de los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía", "la formación y la lectura espiritual", "la oración” y “obras de caridad”».

Las peregrinaciones a Montilla, visitando el sepulcro de San Juan de Ávila, son un medio que ofrece el Movimiento para tener siempre presente las fuentes de la espiritualidad de nuestro Patrón y Maestro San Juan de Ávila .
 

Autor: Miguel Ángel Villarejo, responsable mayor del Movi

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