El objetivo de dicha jorna­da ha sido ofrecer un espacio que invite a «dialogar sobre qué cosas podemos realizar para salir al encuentro y acoger a los inmigrantes que vi­ven en nuestros barrios y pueblos», afirma el delegado de Migraciones, Ramón Muñoz Po­rras. «Nuestro deseo es que participen en este encuentro el mayor número de personas para enriquecernos con las experiencias de todos y prepararnos para afrontar, junto con nuestros hermanos inmigrantes, los nuevos retos que nos está planteando la situación actual», ase­gura Ramón.

Las transformaciones sociales de los últimos años han hecho que nuestro país y nuestra provincia en particular se hayan convertido en lugar de acogida de personas y familias de numerosas procedencias. En las comunidades parroquiales se integran hoy muchos creyentes que, llegados desde diversos continentes, han hecho de esta tierra su lugar de residencia. El desafío de construir comunidades acogedoras, espacios donde todos y cada uno de los que hemos recibido el don de la fe nos sintamos miembros de la gran familia que es la Iglesia, es una cuestión en la que desde hace tiempo se viene profundizando en la Delegación de Migraciones. El contacto con las comunidades parroquiales y movimientos, las Vigilias de Oración y las Jornadas formativas que venimos celebrando desde hace años tratan precisamente de sensibilizar sobre esta realidad, y la necesidad de seguir construyendo el Reino de Dios con la aportación de todos los cristianos.

Precisamente, el lema de la Jornada Mundial de las Migraciones de este año 2012 ha sido “Salgamos al encuentro, abramos puertas”. Como nos exhortaba el Papa Benedicto XVI en su mensaje de este año, “más aún, hoy notamos la urgencia de promover, con nueva fuerza y modalidades renovadas, la obra de evangelización en un mundo en el que la desaparición de las fronteras y los nuevos procesos de globalización acercan aún más las personas y los pueblos”. Salir al encuentro, conocernos, hacer un lugar, contar con todos… son medios para anunciar la Buena Nueva de Jesús de Nazaret a todos los pueblos del mundo y construir comunidad, donde todos aportemos desde nuestra cultura y experiencia de encuentro con el Señor.

En esta jornada diocesana se quiere reflexionar, a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia, sobre la importancia de la participación de todos en nuestras comunidades. Como expresión de que la fe ha de traducirse en obras, también se pondrán en común experiencias de acogida que ya se están dando en la diócesis. Tampoco se puede olvidar que conocer la realidad de la inmigración en estos momentos de crisis es instrumento necesario para salir al encuentro de Jesús, que se hace presente especialmente en los que más sufren.

La Jornada tiene lugar en el Obispado de Málaga (c/ Santa María, 18). Comienza a las 9.30 horas, prolongándose hasta las cinco de la tarde. La Delegación de Migraciones-Gitanos ha organizado, para aquellas personas que lo deseen, un almuerzo en un restaurante cercano.