«La gran Semana Santa –señala el prelado– se abre con este gesto de Jesús de dirigirse a Jerusalén para ofrecer su vida por nosotros. También los fieles cristianos debemos acompañar a Jesús caminando hacia Jerusalén, haciéndonos compañeros de camino del Señor y siguiendo sus pasos como buenos discípulos».

El obispo invitó a hacer de esta llamada espiritual una propuesta concreta de vida: «es urgente ponerse en marcha en este mundo nuestro, que se aleja de Cristo buscando otros caminos que no lo conducen a la vida; que lo apartan de la verdadera vida; que lo distancian y lo distraen de la verdadera libertad y de la auténtica felicidad. San Lucas nos invita hoy de manera insistente a recorrer el camino abierto y preparado para el verdadero discípulo de Jesús. Debe recorrer el mismo camino sobre las mismas pisadas marcadas por el Maestro».

Finalmente, el obispo de la diócesis malacitana señaló cuál debe ser la actitud de los cristianos en estos días en que rememoramos los misterios centrales de nuestra fe: «Queridos fieles y miembros de las cofradías de pasión, celebremos la Semana Santa con actitud de seguimiento del Señor, como verdaderos discípulos. Dirijámonos con Él hacia Jerusalén. El discípulo, según la mentalidad hebraica, es aquel que escucha, que aprende, que asimila las palabras, las enseñanzas y los gestos del maestro para realizarlos en su propia vida».

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