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La Navidad en las cárceles de Alhaurín de la Torre y Archidona

Celebración de la Eucaristía con motivo de la Navidad en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre
Publicado: 31/12/2024: 1525

Prisiones

El delegado de Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Málaga, el trinitario Pedro Fernández Alejo, ofrece una crónica sobre la celebración de la Navidad en las prisiones de Málaga.

«Para algunos fue la primera celebración de la Navidad en su vida; y ello, unido a la situación personal, fue una explosión de emoción, lágrimas y alegría»

JESÚS NACIÓ A LAS AFUERAS DE LA CIUDAD EN LAS PRISIONES DE MÁLAGA

La Iglesia de Málaga, a través de la Pastoral Penitenciaria, ha celebrado el Nacimiento de Jesús saliendo como “Peregrinos de Esperanza” al encuentro de nuestros hermanos privados de libertad, tanto en la cárcel de Málaga I (Alhaurín de la Torre), como en Málaga II (Archidona).

Esta celebración navideña revistió un color especial, el color verde de la Esperanza. Así nos lo indica el Papa Francisco al inaugurar en esta Navidad el Año Santo del Jubileo de la Esperanza, bajo el título de “La Esperanza no defrauda”. Nos invita a ser peregrinos, a abrir caminos de esperanza, a salir al encuentro de aquellas personas que, de modo especial, viven experiencias límite de perderla o de que se le cierren todas las puertas a la esperanza.

Esta es la “Iglesia en salida” que reivindica el Papa Francisco. Es el sentir de todos los cristianos que conformamos la Pastoral Penitenciaria y que nos sentimos particularmente llamados a vivir este “Jubileo de las periferias” acercándonos hasta nuestros hermanos que sufren las condiciones extremas de perder la esperanza y no solo la libertad.

Esta Navidad de 2024 ha sido celebrada, como siempre, en la plenitud de gozo y alegría por los cristianos que formamos la Pastoral Penitenciaria. La Iglesia en prisión está conformada por los internos e internas de los Centros Penitenciarios de las dos prisiones de Málaga (Alhaurín y Archidona) y por los miembros de la Pastoral Penitenciaria.

La eucaristía del Nacimiento de Jesús en la prisión de Alhaurín de la Torre se celebró el sábado día 21 de diciembre, con la presencia de casi un centenar de internos, con un nutrido grupo de miembros de la Pastoral Penitenciaria y animada por el Coro “Son de Málaga”. En la parte musical junto al Coro, intervinieron también los internos con sus espectaculares interpretaciones, como las de “Mandela” y el grupo musical del Módulo 5. Los Villancicos siempre ponen ese toque de gozo y alegría que llenan el corazón.

Aunque en condiciones distintas por las circunstancias propias del Centro Penitenciario de Málaga II (Archidona) también nos hicimos presentes en la mañana del día 23 de diciembre el nuevo Capellán, el trinitario P. Vicente Elipe y el Delegado, para celebrar el Nacimiento de Jesús.

Los cerca de cuarenta internos vivieron y escucharon con emoción, al igual que antiguamente los pastores en Belén, la Buena Noticia que les anunciaba que para ellos y por ellos nacía el Hijo de Dios. Cuánta similitud en la escenificación del anuncio del Ángel a los pastores que proclama el evangelio. Éstos estaban a la intemperie, en la mitad del campo, en la soledad de la noche, en el olvido de la sociedad y en la experiencia de ser personas marginadas. Así es la realidad humana, social y penitenciaria de los internados en la prisión de Archidona. Pero Dios no se olvida de sus pobres. Y por ello les manda a sus ángeles-mensajeros para anunciarles y compartir con ellos gozos y alegrías, soledades y desesperanzas; para comunicarles que Dios está de su parte y no los olvida, y menos en la experiencia tan frustrante y deshumanizadora de la cárcel y la pérdida de su libertad.

Para algunos fue la primera celebración de la Navidad en su vida; y ello, unido a la situación personal, fue una explosión de emoción, lágrimas y alegría. Hubo oraciones por todos y para todos, especialmente para la familia. En verdad, cuánto misterio se encierra en el corazón de cada persona marcada por el dolor, el desgarro de la separación, la pérdida de la libertad, y que tienen la oportunidad de escuchar y sentir esa Buena Noticia que Dios se acuerda de ellos y les envía a su Hijo Jesús, su libertador y motivo de esperanza. Así lo expresaron con agradecimiento y buenos deseos de un esperanzador futuro en libertad arropados en la fe y la lucha por su libertad.

Si el nacimiento original de Jesús fue a las afueras de Belén, también nuestras celebraciones las realizamos a las afueras de las ciudades, donde se encuentran nuestras prisiones. Pero no importan los inconvenientes propios de los desplazamientos hasta donde están nuestras cárceles, comparable con la alegría y el gozo de vivir y compartir con los cristianos presos un acontecimiento tan trascendental en nuestras vidas, como es el de celebrar el Nacimiento de nuestro Redentor y Libertador.

Llevar la Buena Noticia Liberadora a quienes han perdido la libertad y, muchos también, la esperanza, es misión ineludible de la Iglesia que lo realiza a través de la Pastoral Penitenciaria.

Pedro Fernández Alejo, trinitario

Delegado de Pastoral Penitenciaria

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