SINOPSIS DE LA CHARLA

Siempre necesitamos orar y elevar nuestro corazón a Dios, pero más aún en tiempos de incertidumbre o sufrimiento como los actuales. Dios se interesa por todo lo nuestro pero no nos obliga a nada, respeta nuestra libertad y espera con paciencia que descubramos la necesidad que tenemos de pasar tiempo con Él. Cuando elevamos nuestro corazón a Dios experimentamos cómo se vuelca sobre nosotros su amor de Padre, su poder sanador, su perdón y misericordia. No hay nada que no se pueda conseguir por la oración. Jesús nos enseña y anima a ser constantes en la oración, a buscar el silencio y recogimiento para entrar en su intimidad y conocerlo mejor. En la oración, Dios también revela a cada hombre la misión para la que ha sido creado y da sentido a su vida.

VÍDEO DE LA CHARLA

PARA LA REFLEXIÓN

1. ¿Cómo oraba Jesús? «Pero Él se retiraba a lugares apartados para orar» (Lucas 5, 16)

2. ¿Cómo dijo Jesús que debíamos orar? «Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra». (Lucas 11, 2)

3. «Orar siempre sin desfallecer» (Lucas 18, 1-8) ¿Qué promete Jesús a quien ora? «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá» (Mateo 7, 7), «Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis» (Mateo 21, 22)