Noticia Las vacaciones, una oportunidad para cultivar la amistad con Dios y con los demás Publicado: 13/08/2014: 4417 Para vivir las vacaciones desde la fe es recomendable cultivar la amistad con Dios y con los demás. También admirar la naturaleza y el arte. Nuestra diócesis es un espacio privilegiado para el descanso. Para el asueto. Y conviene aprovecharlo de la mano de la hospitalidad y la tranquilidad. ¿Cómo hacerlo? Utilizando estos días para vivir de una manera nueva las relaciones con los demás y con Dios. Es bueno tomar un poco de tiempo para los demás y para el Señor. Este tiempo estival es también propicio para contemplar lo que nos rodea, admirar la belleza y estremecerse ante la maravilla creadora que hace presentir la presencia y la grandeza del Creador. Se trata de favorecer en el tiempo de descanso la mirada contemplativa. La creación es un don magnífico que hay que observar con los ojos de Dios. Por último, en verano podemos descubrir con curiosidad inteligente y profunda los monumentos de la historia cristiana como testimonios de cultura y de fe, auténtico patrimonio espiritual de lazos con nuestras raíces, lugares en los que la belleza ayuda a reconocer la presencia de Dios. Al contemplar estos lugares de sorprendente belleza, se invita a la oración por la humanidad.