El campamento de este año ha tenido una historia que ha recorrido todos los días, la historia del tomate Fidel.  La historia tiene una cierta inspiración en la parábola del sembrador. Fidel es sembrado y tiene la tentación de no creer junto a la caña (vida fuera de la Iglesia) por la que crecen los demás, también es tentado por un gusano” Egocentrium consumini” (consumismo), frente al gusano aparece “Servitabi” que  es un plaguicida que representa el deseo de servir y ayudar a los demás.  También es tentado  por una nube gris llamada “periza” (pereza) y una grama llamada “superbia”, frente a estas aparece el azufre “dilegento” (la virtud de la diligencia) y el escardillo (penitencia). Han sido unos días de convivencia entre niños, catequistas y sacerdotes de diferentes parroquias, una oportunidad de experimentar la riqueza de la Iglesia.

Rafael Rodríguez Sainz de Rozas, sacerdote diocesano

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