NoticiaColaboración La formación de los seglares Jornadas de Formación de Pastoral Social en noviembre de 2018/CÁRITAS Publicado: 01/04/2019: 14091 La directora de la sede de la Escuela Teológica San Manuel González en Marbella-Estepona aborda la necesaria formación de los laicos. «Las personas que se acerquen a nosotros podrán encontrar, además de una exquisita caridad cristiana, respuestas fundamentadas a los interrogantes que nos planteen» Estamos casi en la última etapa de la Cuaresma, tiempo de torrijas, de reflexión, vaciamiento, conversión y buñuelos de bacalao. En ese “totum revolutum” se mueve la mayoría de los creyentes que pasan por nuestras parroquias y celebran los misterios; de estos, muchos trabajan en la parroquia o el movimiento bien en la animación litúrgica, bien en catequesis o en tareas socio-caritativas: estos son los que “dan la cara” por la Iglesia en la calle, en el mercado, en su puesto de trabajo porque son los que más íntimamente están ligados a la Iglesia y a su tarea por lo que normalmente van a ser punto de referencia; y ese “dar la cara” hoy por hoy nos exige poder dar razones de nuestra fe. Ya no es suficiente poder dar la receta del potaje de Cuaresma, además hay que conocer el sentido de la abstinencia y del ayuno; no nos basta con saber el recorrido de tal o cual procesión, también tenemos que conocer el sentido de la cruz, del sufrimiento, de la donación, de la muerte redentora y, por supuesto, de la resurrección. El papa Francisco lo ha expresado de innumerables formas de las que destaco: “Los laicos están en primera línea de la vida de la Iglesia. Necesitamos su testimonio sobre la verdad del Evangelio y su ejemplo al expresar su fe con la práctica de la solidaridad” expresando a continuación: “Es necesario formar personas que sean realmente testigos de la resurrección de Jesús.” En ese empeño por hacer de nuestros agentes de pastoral creyentes comprometidos con su ambiente, es esencial que la formación ocupe un lugar privilegiado; no basta la buena voluntad. Es preciso comprometer a las parroquias, movimientos, arciprestazgos y a la misma Diócesis en un esfuerzo de continua formación de los laicos; el camino hace años que se va andando: Centro Superior de Estudios Teológicos, ISCR San Pablo, ambos para estudios superiores, Escuela Teológica San Manuel González desde mi punto de vista el más adecuado para la formación de laicos comprometidos por su contenido y metodología, y otros cursos más específicos para profundizar en determinadas materias. Ante la oferta que la Diócesis lanza, es necesario que los laicos tomen conciencia de la importancia y necesidad de adquirir una formación básica y sistemática, que abarque el credo de nuestra fe: debería ser una necesidad para cada laico comprometido con su labor pastoral conocer la Iglesia, los sacramentos, la Palabra de Dios, la moral católica, conocer a Cristo en profundidad y a su Santa Madre, saber del hecho religioso y de las relaciones con otras confesiones: todo esto nos ayudará en nuestra labor y además nos hará testigos creíbles en el mundo. Así las personas que se acerquen a nosotros podrán encontrar, además de una exquisita caridad cristiana, respuestas fundamentadas a los interrogantes que nos planteen. Es nuestra responsabilidad. Concluyendo: los párrocos y responsables deben ofrecer los cauces adecuados a cada trabajo pastoral, a cada edad y circunstancia; y, los laicos, asumir la formación como parte fundamental de la labor pastoral para crecer en nuestro ser testigos de la resurrección de Cristo para servir a Dios con alegría, con constancia, con humildad llevando a Cristo en el corazón para poderlo ofrecer sin reservas a los demás, especialmente a quienes más lo necesitan.