DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio del Domingo IV de Adviento

Publicado: 18/12/2015: 1100

Alberto Ruiz, Oblato de María Inmaculada, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo IV de Adviento.

Comenzábamos el Adviento dirigiendo nuestra mirada hacia el futuro, de donde esperamos la venida gloriosa de nuestro Señor. Y la liturgia nos recordaba que, Aquel que se nos mostrará entonces lleno de gloria, viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de esta esperanza.

Éste ha sido el contenido de nuestra espiritualidad hasta que el domingo de la Alegría, el tercero de este tiempo de gracia, nos ha hecho volver la mirada al pasado para preparar el gran acontecimiento de la Navidad. Hoy, en el cuarto domingo, la figura de la Virgen, perfecta discípula de su Hijo, cierra el círculo de esta espera, y nos recuerda que los cristianos no sólo aguardamos la última venida del Señor, sino que, con nuestra vida y, como nos recuerda el Papa, con nuestra misericordia, llevamos su presencia a los demás. En un momento de la historia en el que la fe parece reducirse a algo irracional, a veces sólo respetada como una afición extravagante, lo que se ha dado en llamar friki, es hermoso recuperar la bienaventuranza de Isabel: dichosa tú que has creído. Todos los hermanos y hermanas que nos rodean esperan nuestro servicio misericordioso, como Isabel esperaba el de María.

Ojalá vean, a través de nuestras obras, nuestra fe, y seamos dignos de la mayor alabanza que podemos recibir en esta vida: dichoso tú que has creído.

Diócesis Málaga

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