DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio del Domingo XXXII del Tiempo Ordinario

Publicado: 06/11/2015: 1191

El sacerdote Luis Jiménez, delegado de Misiones de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo XXXII del Tiempo Ordinario.

Dos escenas en el evangelio: En la primera, Jesús nos pone en guardia frente a la falsa religiosidad de los escribas. Hacen rezos para impresionar, no crean comunidad, buscan sobresalir de los demás, imponerse y dominar. En el fondo solo piensan en sí mismos. En realidad Jesús lo que quiere decirnos es que un dirigente religioso tiene que ser todo menos eso, tiene que ser sobre todo un servidor de la comunidad. En la segunda escena, Jesús está sentado frente al arca de las ofrendas y observa que una viuda echa dos monedas de cobre. Es una viuda pobre, sin recursos, sola. Jesús quiere que sus discípulos y nosotros aprendamos de esta viuda. Esta mujer se desprende de todo por los demás, confía totalmente en Dios. El gesto de esta mujer nos descubre el corazón de la verdadera religión: confianza en Dios, gratuidad, generosidad, sencillez. No sabemos ni siquiera su nombre, pero Jesús vio en ella un modelo para su Iglesia, para todos nosotros. 

También hoy nos encontramos con hombres y mujeres de fe sencilla y corazón generoso que son lo mejor que tenemos en la Iglesia. Quizás a veces nos falten esos ojos de Jesus que supo ver en la viuda tantos valores que posiblemente a nosotros nos pasen desapercibidos. No nos equivoquemos. Estas personas sencillas, pero de corazón grande y generoso, son lo mejor que tenemos en la Iglesia. Ellas son las que hacen el mundo más humano, las que mantienen vivo el Espíritu de Jesús en medio de otras actitudes religiosas falsas e interesadas. De estas personas hemos de aprender a seguir a Jesús.

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