DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio de la Solemnidad de la Ascensión

Publicado: 15/05/2015: 1124

Mariela Martínez Higueras, religiosa dominica, ayuda a profundizar en el evangelio de este domingo.

Celebramos este domingo la Ascensión de Jesús al cielo. Este acontecimiento que expresamos en un cambio de espacio de abajo (tierra) hacia arriba (cielo: lugar en que Dios habita) es, en realidad, el final de la vida de Jesús en este tiempo y espacio, y el culmen, su glorificación definitiva sentándose a la derecha del Padre. Antes de marcharse, Jesús deja una importante tarea a sus discípulos: «Id por el mundo y proclamad la Buena Noticia». Nadie puede quedarse sin conocer el proyecto del Reino. Desde ahí, la vida del ser humano cobra un nuevo sentido y además se le dota de una meta. Los que lo acepten y crean en él, serán incorporados por el bautismo al grupo de los creyentes, a la familia de Jesús, un grupo de hermanos y hermanas que se ayudan y se cuidan (como ha dicho el papa Francisco), en ese proceso de seguimiento de Jesús. Asimismo, Jesús indica las señales que acompañarán a los que crean en él: alejar el mal a su alrededor, comunicar y comunicarse en un lenguaje nuevo, no sufrir el mal por fuera (las serpientes) ni por dentro (el veneno), tener poderes terapéuticos para sanar a los enfermos. Los discípulos así lo hicieron y la Palabra anunciada era acompañada por las señales de Jesús. Ellos fueron fieles al mandato del Señor. Hoy nos toca a nosotros. Los hombres y mujeres de nuestro tiempo, también necesitan el Reino para que su vida sea una vida en plenitud. Como dice el himno de Laudes de hoy: «Comienza nuestra tarea».

Mariela Martínez

Religiosa dominica, doctora en Teología

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