NoticiaOpinión Joaquín Sabina y su evangelio FOTO SUR. HUGO CORTÉS Publicado: 12/05/2023: 11941 El Alféizar Joaquín Sabina volvió a Málaga este fin de semana. Actuó para 16.000 seguidores entre ayer domingo y el viernes pasado. A sus 74 años volvió a hacerlo: llenó el lugar de la cita y no defraudó a sus devotos fans. Por cierto, no solo puretas; gentes de un amplio abanico de edad asistieron a su concierto. Hace años, a través de su mujer, Jimena Coronado, tuve la ocasión de ofrecerle un proyecto, que aún duerme el sueño de los justos: escribir un libro que vendría a llamarse «El evangelio según Joaquín Sabina». Fue en la época en la que el artista ubetense acariciaba la salida de una depresión que le llevó a transitar por su particular nube negra. ¿Por qué? Porque siempre me sorprendió la permanente alusión religiosa que el cantante utiliza en sus letras. Y, a sabiendas de que su fe solo Dios la juzgará, reconozco que su amplio acervo cultural también incluye el ámbito religioso; tienen las letras de este hombre algo que cautiva y atrapa. Las canciones más hermosas del mundo, como las expresiones bíblicas, vinculan con el secreto discurso de la vida; enlazan con la verdad vital que late en corazones podridos de latir. Presenta a su público y a quien se cruce con él, por casualidad, verdades desnudas que, no sé si es consciente el Flaco, conectan con la verdad última del ser. Pienso que sí. Sus seguidores no escuchan letras banales; quienes tenemos la oportunidad de disfrutar sus canciones descubrimos, con acentos incluidos, cosas que pasan. Secretos a voces. Y quizá ahí se encuentre parte del misterio de su éxito: ofrece desnuda y tangencial, existencial e irredente, provocadora y esencialmente una radiografía vital que revela el diagnóstico de muchas almas peregrinas en la tierra que, aún sin saberlo, buscan cómo salvarse contra todo pronóstico.