NoticiaConoce la Catedral Retablo de santa Bárbara Publicado: 14/09/2021: 11996 Las Catedrales conservan testimonios que perduran como “reliquias” de su memoria histórica. Desde el primer instante de la conquista castellana en 1487, la mezquita principal o Aljama fue consagrada para servir de templo catedralicio, hasta que el 31 de agosto de 1588 se abrió al culto (aunque incompleta) la actual basílica renacentista. Hasta entonces se habían acondicionado capillas en los cubículos interiores del edificio islámico, por iniciativa de promotores particulares que fueron definiendo espacios para usos funerarios. En 1515, el canónigo Francisco del Pozo instituyó una capellanía y patronato para el culto de Santa Bárbara, poniendo gran empeño en su dotación artístico-patrimonial. El esfuerzo más relevante fue confiar la ejecución del retablo al escultor-entallador Nicolás Tiller, mientras la policromía, dorado y programa pictórico correspondían a los pintores Francisco de Ledesma y Jacome de Lobeo. Los elementos arquitectónicos (doseletes, pináculos, pilares fasciculados, cresterías, repisones...) responden a un lenguaje gótico retardatario para la época, pero todavía muy del gusto de amplios sectores de la clientela española. El retablo se estructura en tres calles (bandas verticales), dos cuerpos (niveles de altura) apoyados sobre un banco (basamento), ático (remate) escasamente pronunciado con el grupo del Calvario y guardapolvos laterales similares a puertezuelas de un tríptico. La traza sustenta un discurso iconográfico “a la carta”, determinado por devociones particulares del cliente y la intercesión de santos/as protectores/as de la salud y ante catástrofes. Junto a Santa Bárbara (temblores de tierra) figuran Santa Lucía (enfermedades oculares), Santa Apolonia (dolencias bucodentales), San Roque (epidemias) y Santa Ana con la Virgen y el Niño (protección de los recién nacidos y mujeres embarazadas). En el banco se disponen los Evangelistas (Marcos, Lucas, Mateo y Juan) y los Padres de la Iglesia (Ambrosio, Agustín, Jerónimo y Gregorio). En las pinturas de los guardapolvos figuran emparejados la Virgen y el Arcángel Gabriel (misterio de la Encarnación, titular de la Catedral), además de los santos Ciriaco y Paula (patronos de la ciudad), Cosme y Damián (médicos taumaturgos), Domingo de Guzmán y Francisco de Asís (fundadores y “columnas” de la Iglesia). Entre 1587-1588, este retablo fue trasladado desde la Catedral “vieja” a la nueva junto a la sepultura del canónigo fundador. En 1766, Fernando Ortiz realizó una copia de la escultura de Santa Bárbara por haberse deteriorado la primitiva. La torre-atributo de la santa es una recreación del alminar de la antigua Aljama. Juan A. Sánchez López