Debemos tener en cuenta las diferentes situaciones de cada persona, ya que es muy diferente vivir solo, en familia, tener hijos pequeños, el estrés de perder el trabajo… Según sea nuestra situación lo viviremos de una manera u otra, pero debemos tener en cuenta que el ser humano es está diseñado para el vínculo, por lo que este aislamiento seguramente será duro para todos.  Por ello, debemos procurar siempre encontrar puntos de encuentro con los seres cercanos, aunque sea de manera telemática.

Debemos intentar vivir y pensar en el día a día, pensar por ejemplo que tenemos la nevera llena sin ir más allá, crear una rutina, para así minimizar en la medida de lo posible la incertidumbre y el miedo. Igualmente las redes de comunicación para estar informados son fundamentales pero sin saturarnos. Debemos prestar atención a la versión oficial y no atender a los rumores, ni a las fake news. En definitiva, intentar emplear el sentido común.