«Un grupo numeroso de niños y jóvenes de entre 10 y 17 años, acompañados por sus responsables, que en amable convivencia y perfecta armonía hemos hecho una peregrinación hacia la ermita del Cristo de la Sierra, en el pueblo de El Valle, escuchando los relatos de Jesús Resucitado con sus discípulos, que hoy somos nosotros ( Vía Lucis)», así define el encuentro el responsable de catequesis de Álora, Antonio García.

En los jardines de la residencia de ancianos de Madre Petra compartieron tiempo de reflexión y de convivencia, tomando como hilo conductor las obras de misericordia espirituales. En palabras de García, «nos ayudó a caer en la cuenta de que hacer las cosas bien - las cosas que a diario hacemos- tambien tiene que ver con vivir la Misericordia y el Amor de Dios».

La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía, en la capilla de la Casa de Espiritualidad de las religiosas. «En ella dimos gracias al Señor por el día compartido en auténtica fraternidad, y por todo cuanto de Él recibimos a diario. Un día magnífico por el que alabamos al autor de todo bien«, concluye Antonio García.