NoticiaSínodo Pérez Pallarés: «El sínodo ha servido para romper inercias» Rafael Pérez Pallarés es el representante sinodal de la Diócesis de Málaga Publicado: 14/02/2022: 12115 El sacerdote Rafael Pérez Pallarés, como representante sinodal diocesano, ha sido el encargado de pilotar la fase diocesana del sínodo en el que han participado todas las parroquias de la Diócesis. Con motivo de la celebración, este sábado 19, de la asamblea final, hace balance de lo vivido y reflexiona sobre el futuro del proceso sinodal A principios de curso veíamos este día de la asamblea final muy lejano. Se ha trabajado mucho en las parroquias de toda la diócesis ¿Cómo valora esta primera etapa? Se ha realizado un gran esfuerzo en todos los ámbitos de nuestra diócesis por tomarse en serio la consulta sinodal, máxime teniendo en cuenta que hemos pasado una época difícil a causa de la pandemia y eso alteró los ritmos del trabajo pastoral; por otra parte, el calendario de la consulta ha sido ajustado. De todas formas, esto no exime para que sigamos profundizando en los próximos meses en la preciosa tarea de caminar juntos. El Sínodo sobre la sinodalidad no termina ahora. ¿Qué obstáculos ha tenido que superar esta primera etapa? Hubo alguna reticencia por parte de personas que no terminaban de verlo, que no entendían el enfoque del Sínodo, ni su funcionalidad, operatividad o sentido. Se podría resumir en la frase: “¿Y esto va a servir para algo?”. Frente a esta postura hubo una gran mayoría de personas que apostaron ilusionados y con ganas desde el primer momento por responder a esta primera fase diocesana como el papa Francisco nos pedía y en comunión con nuestro obispo. Eso ha dado su fruto porque, en términos generales, el Pueblo de Dios que peregrina en Málaga es sabio y ha sabido detectar que es una oportunidad única para profundizar en la fe. Ha habido una gran participación. ¿En qué va a consistir la asamblea final? Va a ser una asamblea litúrgica que se desarrollará en la Catedral y recogerá la aportación que el Pueblo de Dios que camina junto en nuestra diócesis ha realizado con respecto al Sínodo. A la luz de la Palabra de Dios, se ofrecerá una síntesis de lo reflexionado en los distintos arciprestazgos. Nos acompañarán una serie de símbolos como la luz de Cristo Resucitado, una mochila, una sandalia o el báculo de nuestro pastor, que nos preside en la caridad. Y, después de la asamblea final, ¿qué? El proceso sinodal continúa. Ahora, el equipo diocesano sinodal se encargará de recoger todas las aportaciones ajustándose a un formulario que se nos facilitará desde la Conferencia Episcopal. Una vez finalizada la fase diocesana, pasaremos a la continental y finalmente a la universal. No obstante, el Sínodo permanecerá vivo entre nosotros todo lo que las comunidades deseen. Esto ha sido solo un punto de partida. El Sínodo, obviamente, no termina con la celebración de la Catedral. Es solo un punto y seguido. ¿Qué hemos aprendido en esta primera fase? Cosas muy bellas: amar más al papa Francisco, escucharnos y romper inercias para caminar juntos.