NoticiaHistoria de la Iglesia La evangelización de Asia (I) Publicado: 15/11/2016: 9049 En el siglo XVII, tanto en la India como en Japón como en China, la obra misional presentaba una grave dificultad: la de transmitir la verdad evangélica a culturas muy desarrolladas, muy antiguas y muy diferentes. En teoría, todos estaban convencidos de que el cristianismo no puede identificarse con una cultura concreta. “Propaganda fide” recomendaba a los misioneros que no llevasen la cultura y civilización europea a estos territorios, sino solamente la fe. La dificultad era de índole práctica y consistía en un saber distinguir y diferenciar lo puramente cultural de lo religioso. En el Medio y Lejano Oriente misionaron dominicos, franciscanos y jesuitas. Utilizaron medios y métodos distintos. En la evangelización de la India, la figura cumbre fue la de san Francisco Javier. Fue un auténtico roturador del Evangelio, un pionero, un explorador cuya vida parece increíble. Evangelizó Goa y Comorín. En Travancor y Meliapur funda pueblos y cristiandades. En Japón permaneció dos años y dos meses; logró fundar cristiandades en Kagoshima, Hirado y Yamaguchi. Intentó evangelizar China, pero muere prematuramente en la isla de Sanchón, en diciembre de 1552. Su celo nadie lo discute, pero su metodología hoy está en entredicho. No llegó a conocer la lengua de los nativos, sirviéndose de intérpretes, se limitó a regiones costeras sin penetrar en el interior, no tuvo contacto con las minorías dirigentes. Cincuenta años después, otro jesuita, el P. Nobili, adoptó en la India un método totalmente distinto. Llevó una vida propia de un penitente hindú; estudió el sánscrito, asimiló el sistema de castas y pensó que era necesario conservar todo lo bueno de las costumbres y uso hindúes, respetando vestidos, fiestas, abluciones y eliminando todo lo que pudiera ser inaceptable desde el Evangelio. El resultado fue la conversión de numerosos sabios y miembros de las clases superiores que hasta entonces habían despreciado el cristianismo por su identificación con los parias. Con la posterior conquista de la India por los ingleses, las misiones católicas entraron en una fase de total postración.