NoticiaCine Verbo, una película recomendada para jóvenes Publicado: 12/11/2011: 2562 Verbo es una cinta española que plantea a los jóvenes descubrir el gusto por la vida. Aborda la historia de Sara, una adolescente del extrarradio de cualquier ciudad con una familia aparentemente normal. Sara emprende un viaje desde ese hábitat tan desarraigado en busca de información y respuestas que su entorno no le da. En este viaje iniciático a un universo paralelo con zonas oscuras, tendrá mucho que ver con lo onírico y la fantasía, donde algo muy importante estará en juego; Sara se topa con personajes con otros códigos, que ejercerán de mentores, cómplices y guiarán su aprendizaje. Juan Orellana, responsable del departamento de cine de la Conferencia Episcopal Española, la recomienda para verla con jóvenes y adolescentes. LA CRÍTICA En el pasado festival de Sitges, el cortometrajista Eduardo Chapero-Jackson debutó en el largo con “Verbo”, un original cuento urbano financiado por Telecinco y protagonizado por Alba García, Miguel Ángel Silvestre, Verónica Echegui y Najwa Nimri. Sara es una chica de catorce años solitaria, incomprendida, que intuye que la realidad es algo más que lo que la sociedad le ofrece, que hay algo más detrás de la apariencia. Pero como nada ni nadie comparte su intuición, Sara ha perdido el gusto por la vida. Su esperanza renace cuando cree encontrar a alguien que sí parece entender su corazón. Pero no sabe dónde encontrarlo. Sólo conoce su nombre, Liriko, y los “graffitis” que le deja por toda la ciudad. La película hace de Sara un símbolo de cierto tipo de adolescente actual, desmotivado, poco comunicativo, sin horizonte ni ideal, que frecuentemente fracasa escolarmente y que en no pocas ocasiones trata de acabar con su vida. Eduardo Chapero-Jackson intenta mirar esta realidad desde dentro, desde la perspectiva del adolescente mismo, y entenderla, diagnosticarla y ofrecer —también desde dentro— un camino de salida. El director mira al interior de Sara con ternura, a partir de una hipótesis positiva, y la compara con Don Quijote, un hombre —Alonso Quijano— que, insatisfecho del mundo que le rodea, se refugia en su imaginativo mundo interior y desde él trata de cambiar el mundo. El aspecto formal de la película tiene la estructura de un “graffiti”, o de un videoclip de “hip-hop”: se da una deconstrucción narrativa en la que realidad y onirismo son inseparables. Este tratamiento arriesgado dota a la película de una cierta irregularidad, tanto en el desarrollo dramático como en su tono general. Pero este defecto se vadea aceptablemente gracias al hipnótico atractivo de Sara, pilar indiscutible del filme. Estamos, pues, ante una película original, enormemente interesante, muy valiente en sus planteamientos, con una vertiente educativa y social de indudable valor. Una película que seguramente sea vapuleada por no ser suficientemente comprendida. Autor: diocesismalaga.es