NoticiaEn los Medios Son personas, no ilegales Publicado: 15/12/2020: 15290 EL ALFÉIZAR. DIARIO SUR El desplazamiento de inmigrantes en situación irregular desde Canarias a diversos puntos de la Península, entre ellos Málaga, ha enfrentado al Gobierno central con el autonómico andaluz. Cuando hablamos de seres humanos que llaman a las puertas de España, más valdrían menos enfrentamientos y reflexionar, serena y lealmente, sobre el respeto a la dignidad del ser humano porque estamos, también en esta materia de emigración, ante una cuestión de Estado. Sí, hablamos de seres humanos que se juegan la vida. Hay un costo de vida muy alto. De hecho, tanto el desierto como el mar se convirtieron en cementerios donde yacen multitud de cadáveres. También niños. En los próximos días, coincidiendo con las fiestas de Navidad, serán muchos los que celebren el nacimiento de Cristo, emigrante por cierto; huyó de Israel a Egipto ante la amenaza de muerte por parte del rey Herodes I el Grande; el nacimiento de un niño que, además, tuvo lugar en medio de un viaje: cuando sus padres viajaban de Galilea a Judea. En los viajes se nace y también se muere. En solo una semana de noviembre, 480 senegaleses perdieron la vida cuando su cayuco naufragaba al intentar alcanzar Canarias. Unas 20.000 personas han llegado a estas islas españolas en viajes similares este año. La cifra es perfectamente asumible por nuestros sistemas de acogida. No obstante, esa concentración en un mismo territorio insular lleva a situaciones lamentables: durante meses, las autoridades arrancaron sistemáticamente a los niños de las manos de sus madres; en muchos casos han tenido que esperar amargas semanas hasta que una prueba de ADN les permitiera reencontrarse. Pero, es más, ante la prohibición de entrada a los campamentos a parlamentarios, obispo de Canarias, ONGs o prensa todo hace pensar, fundadamente, que seguirá reinando el caos al día de hoy. Se negocia el nuevo Pacto Migratorio Europeo, es el momento de que España demuestre que la mejor política migratoria es la que se basa en la solidaridad, sin enfrentamientos y lealtad institucional, entre sus territorios.